- ¿Conoces el riesgo oculto del hígado graso? Uno de cada cuatro mexicanos puede estar afectado
- Conoces el riesgo oculto del hígado graso? Uno de cada cuatro mexicanos puede estar afectado
- Una enfermedad silenciosa
- Gran incidencia
- Ausencia de síntomas
- Diagnóstico precoz y preventivo
- Idoneidad del examen de salud laboral
¿Conoces el riesgo oculto del hígado graso? Uno de cada cuatro mexicanos puede estar afectado
La salud hepática es un tema que ha cobrado gran relevancia en los últimos años, y es que el hígado graso se ha convertido en un problema silencioso que afecta a una gran cantidad de personas en México. De acuerdo a los últimos datos, uno de cada cuatro mexicanos puede estar sufriendo los efectos de esta condición, que se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado. Aunque en muchos casos no presenta síntomas, el hígado graso puede desencadenar problemas graves de salud, como la insuficiencia hepática, la diabetes y incluso el cáncer. En este sentido, es fundamental que tomemos conciencia sobre este riesgo oculto y adoptemos medidas para prevenirlo.
Conoces el riesgo oculto del hígado graso? Uno de cada cuatro mexicanos puede estar afectado
La enfermedad del hígado graso no alcohólico, también conocida como esteatosis hepática, es una condición silenciosa que puede afectar a una de cada cuatro personas en España y México. Según expertos, su evolución sin tratamiento puede ser peligrosa y acarrear otras enfermedades más graves.
Una enfermedad silenciosa
La esteatosis hepática se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado, lo que no provoca síntomas en el paciente hasta que ya se haya desarrollado. Sin embargo, desde su estadio inicial, aumenta las posibilidades de desarrollar procesos más complejos como inflamación y daño en las células del hígado, fibrosis, cirrosis e incluso cáncer de hígado.
Gran incidencia
En España, una de cada dos personas mayores de 18 años presenta sobrepeso u obesidad. Además, casi dos de cada diez personas presentan Diabetes Mellitus tipo 2. Cuando se asocian y coinciden estas patologías, el riesgo de esteatosis y alteraciones metabólicas y cardiovasculares se potencia significativamente, según el Dr. Juan Pablo Robles, especialista en Medicina Interna de Quirónprevención.
Además, existe otra situación patológica relacionada con las anteriores que está vinculada de forma directa con el riesgo de eventos cardiovasculares. Es conocida como Síndrome Metabólico y lo padecen en España 1 de cada 3 personas (31%).
Ausencia de síntomas
Pese a que la enfermedad es asintomática, existen diferentes pruebas para diagnosticar el daño hepático, identificar la situación de riesgo y establecer medidas y posibles tratamientos que reviertan el riesgo de que el daño al hígado sea irreversible.
La biopsia hepática es la prueba diagnóstica por excelencia para detectar de forma fehaciente y precisa la existencia de daño o lesión hepática, en diferentes patologías, afirma el Dr. Rafael Esteban Mur, hepatólogo y jefe del Servicio de Medicina Interna de Hospital Quirónsalud Barcelona.
Existen pruebas no invasivas que nos pueden ayudar a realizar un diagnóstico precoz y preventivo, entre las que se encuentra la ecografía hepática, agrega el Dr. Robles.
Diagnóstico precoz y preventivo
En base a un estudio sobre más de 3.500 personas, se incluyen una serie de indicadores o parámetros que permiten la identificación preventiva del riesgo de padecer esteatosis hepática no alcohólica en sus etapas iniciales.
En los exámenes de salud periódicos se realizan una serie de determinaciones sobre parámetros analíticos sanguíneos, como la glucosa, colesterol, triglicéridos o enzimas hepáticas. A través de indicadores como el Fatty Liver Index (FLI), el Non-alcoholic fatty liver disease Fibrosis Score (NFS) o un cociente entre el AST (aspartato aminotransferasa) o ALT (alanina aminotransferasa), se detecta el nivel de riesgo de sufrir esteatosis.
Idoneidad del examen de salud laboral
En las campañas preventivas de salud en el ámbito laboral, es habitual focalizarse en el riesgo cardiovascular específico dejando de lado descartar la presencia de hígado graso, a pesar de la alta prevalencia de esta enfermedad a nivel general y de su estrecha relación con el riesgo de padecer eventos de tipo cardiovascular, detalla el Dr. Mur.
El estudio del Dr. Robles apunta que un 85% de las personas que daban el FLI alterado presentaban signos ecográficos de esteatosis al hacerles una ecografía de ratificación, lo que manifiesta la idoneidad del uso del FLI frente a otros indicadores estudiados.
La inclusión de los índices reseñados es una herramienta predictiva y preventiva de gran importancia y de bajo coste en la identificación del riesgo de padecer esteatosis hepática o hígado graso no alcohólico.
La salud de la persona es una y que las alteraciones de la misma pertenecientes al ámbito extralaboral, inciden de forma directa en el ámbito laboral, así como en los costes en salud derivados de los gastos sanitarios y del absentismo e incapacidad derivados del estado de salud, agrega el Dr. Robles.
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