- ¿Leasing o Renting? Conocer las diferencias en la fiscalidad para elegir lo mejor para tu negocio
- Elige sabiamente: Renting o Leasing, ¿cuál es la mejor opción fiscal para tu negocio?
- Desenreda las diferencias: Renting y Leasing, clave para elegir la mejor opción fiscal para tu empresa
- Diferencias fiscales entre el renting y el leasing
¿Leasing o Renting? Conocer las diferencias en la fiscalidad para elegir lo mejor para tu negocio
En el ámbito empresarial, la toma de decisiones financieras es crucial para el éxito de una empresa. Una de las opciones más comunes para adquirir activos es mediante el leasing o el renting. Aunque ambos términos suelen confundirse, es fundamental conocer las diferencias clave en la fiscalidad para elegir la opción que mejor se adapte a las necesidades específicas de tu negocio. En este artículo, exploraremos las ventajas y desventajas de cada opción, así como sus implicaciones fiscales, para que puedas tomar una decisión informada y optimizar tus recursos.
Elige sabiamente: Renting o Leasing, ¿cuál es la mejor opción fiscal para tu negocio?
En la actualidad, existen diferentes formas de adquirir un vehículo en España, destacando el renting y el leasing como opciones populares. Sin embargo, es importante comprender las diferencias entre ambas opciones para elegir la mejor opción fiscal para tu negocio.
Desenreda las diferencias: Renting y Leasing, clave para elegir la mejor opción fiscal para tu empresa
El renting supone disfrutar de un alquiler a largo plazo, permitiendo disfrutar de todas las ventajas de un bien sin tener que hacer frente a las ataduras y costes que supone, pero sin tener la propiedad del mismo. Por su parte, el leasing es un alquiler a largo plazo con opción de compra al finalizar el contrato, en el que el cliente paga una cuota inicial y una fija periódica antes de ser titular del mismo.
Cada uno de los productos tiene sus propias características, además de existir una serie de diferencias fiscales. En lo que respecta a sus cuotas, tanto en el renting como en el leasing, es posible beneficiarse de algunas ventajas, siempre y cuando el bien financiero contratado se destine a la actividad profesional en la que va a ser utilizado.
Diferencias fiscales entre el renting y el leasing
Comenzando por el renting, su fiscalidad afecta tanto a empresas y autónomos que no se encuentren sujetos al régimen de estimación directa, dado que el bien está pensado para el propio desarrollo de la actividad empresarial. En este sentido, hay que tener claro que todos los gastos del renting son deducibles, por lo que, si se compran, por ejemplo, equipos informáticos, se abonarán las cuotas para pagar el alquiler de los equipos y, en esos ordenadores, se incluirá el mantenimiento y las reparaciones estipuladas en el contrato.
Tanto la empresa como el autónomo pueden imputar lo que se paga por el alquiler del bien como gasto deducible, demostrando que se trata de un bien que es una inversión necesaria para la actividad empresarial, para así poder deducir en el IVA cada cuota por completo.
Por su parte, el leasing está diseñado para ser una forma de alquiler financiero de un producto, con opción para su compra, de forma que el arrendatario se compromete el pago de unas cuotas mensuales para poder disfrutar del bien durante un tiempo. En las cuotas mensuales se abona lo establecido junto al IVA. En este sentido, conviene tener en cuenta que los intereses aplicados en el leasing son un gasto deducible, al igual que también lo es el IVA.
El leasing tiene ventajas favorecedoras, puesto que se puede duplicar la amortización fiscal del bien adquirido y en el caso de las pequeñas empresas, triplicar la acción. Por lo tanto, a través del leasing se puede financiar la inversión por completo, eliminando el riesgo al ser adquirido por el Banco, aportando flexibilidad y rapidez para la renovación de los bienes empresariales. Asimismo, el plazo de amortización de este bien es menor y permite aplazar el abono del IVA, mientras que, si ese bien fuese adquirido de forma directa, habrá que pagar el correspondiente IVA de la misma vez.
Tanto el leasing como el renting permiten beneficiarse y disfrutar de diferentes ventajas fiscales siempre que se usen los productos para el desarrollo de la actividad. Habrá, por tanto, que estudiar, en cada caso, cuál es la opción que más interesa de acuerdo a las condiciones y características empresariales, previo análisis de la contabilidad de la empresa.
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