El estallido del Krakatoa: el cataclismo que alteró el clima global hace un siglo

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El estallido del Krakatoa: el cataclismo que alteró el clima global hace un siglo

El 27 de agosto de 1883, el mundo asistió a uno de los eventos geológicos más catastróficos de la historia. El vulcán Krakatoa, ubicado en el estrecho de la Sonda, entre Java y Sumatra, en Indonesia, sufrió una erupción masiva que se escuchó y sintió en todo el planeta. La explosión, que se considera una de las más potentes de la historia, lanzó al cielo miles de toneladas de rocas y cenizas, que afectaron la atmósfera global y provocaron un cambio climático a escala planetaria. En este artículo, exploraremos los detalles de este cataclismo y cómo afectó el clima global hace un siglo.

El estallido del Krakatoa: el cataclismo que alteró el clima global hace un siglo

Indonesia dio la voz de alarma en abril. Las autoridades advirtieron de la posibilidad de que un tsunami afectara a la región central del archipiélago asiático. La causa eran las continuadas erupciones del volcán Ruang, en las Islas Cébeles. El Gobierno indonesio buscaba prevenir un escenario similar al provocado por la erupción del volcán Anak Krakatoa el 22 de diciembre de 2018.

Ubicado en el estrecho de Sonda, entre las islas de Java y Sumatra, aquella erupción del Anak Krakatoa provocó un corrimiento de tierra que a su vez generó un tsunami que dejó al menos 430 muertos. Claro que no fue la primera ni la más terrible causada por ese volcán.

Krakatoa, el padre y el hijo

Krakatoa, el padre y el hijo

Considerado uno de los más peligrosos de entre los volcanes potencialmente activos (se estima que en el mundo hay más de 1.300 de este tipo), ha entrado en erupción en repetidas ocasiones y con consecuencias desastrosas. Otros también inundan de temor a la ciencia por su potencial destructor, como el Toba, o como el supervolcán de Yellowstone, donde se asienta el parque nacional estadounidense.

Esta semana, de hecho, una ligera erupción de gas y rocas hizo temer lo peor a los turistas que visitaban la zona. Descubierto en 1927, el Anak Krakatoa (en español, hijo del Krakatoa) emergió de las aguas más de medio siglo después de la gran erupción del legendario Krakatoa, cuya caldera quedó derruida en 1883 tras una serie de masivas explosiones, cuyos efectos se sintieron alrededor del mundo durante meses.

Una erupción cataclísmica

Aquella catastrófica erupción causó un inmenso tsunami que mató a más de 36.000 personas. Provocó un cambio climático en la Tierra. La placa indoaustraliana cerca de la euroasiática El archipiélago de Krakatoa está en al suroeste de Indonesia. Con ese nombre se conoce a un conjunto de islas volcánicas —en su mayoría casi desaparecidas— situadas en el estrecho de Sonda, entre Java y Sumatra.

El volcán Krakatoa está constituido por tres islas principales y varios islotes. Lang, luego llamada Rakata Kecil o Panjang, y Verlaten, después conocida como Sertung, eran remanentes de una erupción anterior de grandes proporciones. La isla Krakatoa en sí misma tenía nueve kilómetros de largo y cinco de ancho. También había un islote cubierto por árboles cerca de Lang llamado Poolsche Hoed y varias pequeñas rocas o bancos entre Krakatoa y Verlaten.

Una energía descomunal

Había tres conos volcánicos en Krakatoa. De sur a norte: Rakata (823 m), Danan (445 m), y Perboewatan (también llamado Perbuatan, 122 m). Todo cambió aquel 27 de agosto de 1883, cuando tuvo lugar la mayor de las explosiones del Krakatoa. Los científicos han calculado su enorme potencia: desató una energía de 350 megatones, es decir, 23.000 veces más poderosa que la bomba atómica de Hiroshima.

En realidad todo comenzó tres meses antes. En mayo se había iniciado una serie de erupciones que continuaron hasta ese 27 de agosto. La erupción cataclísmica destruyó gran parte del conjunto de islas lo que ocasionó la actual desaparición del archipiélago.

La erupción más mortal de la historia

Los tsunamis posteriores alcanzaron los 40 metros de altura y destruyeron 163 aldeas a lo largo de la costa de Java y Sumatra. Murieron 36.417 personas. La ceniza de la explosión alcanzó los 80 kilómetros de altitud y viajó por la superficie del mar.

La explosión se notó en un 10% del planeta. La erupción es considerada uno de los eventos más mortíferos y destructivos de la historia reciente. Se hizo literalmente de noche en cientos de kilómetros a la redonda del Krakatoa.

Un cambio climático transitorio

La temperatura del planeta bajó más de un grado. El volcán sacudió la superficie terrestre y alteró la composición atmosférica. Provocó un cambio climático transitorio, relata José Miguel Viñas en MeteoRed. Se alteraron los patrones meteorológicos en algunas regiones de la Tierra y tuvo lugar un enfriamiento global que se prolongó hasta algunos años después de la erupción, escribe el meteorólogo.

Una explosión que se sintió en todo el mundo

La onda de presión generada alcanzó los 310 decibelios (dB), lo suficientemente fuerte como para ser escuchada a 5.000 kilómetros. Fue tan potente que rompió los tímpanos de los marineros a bordo de barcos a kilómetros de distancia.

Erupciones anteriores y posteriores

La historia del esta parte de Asia recoge dos grandes erupciones en tiempos muy pretéritos. Una tuvo lugar en el año 417, según recoge el Libro de los Reyes (Pustaka Raja) javanés. El mundo entero fue sacudido enormemente [.] La montaña Kapi con un rugido enorme se rompió en pedazos y se hundió en lo más profundo de la tierra. El agua del mar se elevó e inundó la tierra [.] Los habitantes de la parte del norte del país Sunda al Rajá de montaña Basa se ahogaron y fueron arrastrados con toda la fuerza del agua.

Se cree que en 535 tuvo lugar otra erupción cataclísmica. David Keys y otros autores han propuesto que pudo haber sido responsable de los cambios climáticos de ese período.

El letal tsunami de 2018

Tras el terrible episodio de 1883, nuevas erupciones volcánicas en el fondo del mar comenzaron en 1927. De ellas surgió una nueva isla en el mismo lugar, conocida por los lugareños como Anak Krakatau ('Hijo de Krakatoa'). Esta isla superó la superficie del mar en 1928 y actualmente tiene más de 300 metros de altura (creciendo a razón de cinco metros por año). Está deshabitada.

Indonesia se asienta sobre el Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida cada año por unos 7.000 temblores, la mayoría moderados. No fue el caso del episodio de junio de 2018, cuando el Anak Krakatoa volvió a presentar actividad.

El 22 de diciembre erupcionó de nuevo, ocasionando un tsunami. El número de víctimas por la catástrofe fue de al menos 430 muertos, 159 desaparecidos, 1.495 heridos y 21.991 desplazados. En 2020 volvió a entrar en erupción, pero sin causar una nueva tragedia.

Laura Ramírez

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