En el panorama del tiro con arco español, destaca la figura de Mar Molné, una joven asturiana que ha conquistado corazones y admiración en las fiestas de pueblos de su región natal. Con una trayectoria meteórica, Mar ha demostrado una habilidad y una determinación fuera de lo común, lo que la ha llevado a situarse a un suspiro de la medalla olímpica. Su progresión en el mundo del tiro con arco ha sido imparable, y su nombre se menciona cada vez más como una de las grandes promesas del deporte en España. En este artículo, te contamos la historia de esta flecha asturiana que ha partido disparada hacia la cima del éxito.
La asturiana Mar Molné, una flecha olímpica en el tiro de foso
Los Juegos Olímpicos de París 2024 han descubierto una nueva estrella en la delegación española. La joven Mar Molné, de 22 años, ha sido una de las grandes revelaciones de la prueba de tiro en la modalidad de foso.
En su primera aventura en la competición de los cinco aros, lamentablemente, se ha quedado a las puertas de la medalla al terminar en cuarta posición, mientras su compatriota Fátima Gálvez no ha podido pasar de la quinta.
Nacida en El Morell (Tarragona), Molné cogió por primera vez una escopeta a los 14 años, cuando un día acompañó a su padre, cazador de toda la vida, como ha contado en Relevo. En ese momento tuvo claro que quería un arma, pero no para matar, sino para, en un principio, probar suerte en el tiro al plato.
Mar pidió una escopeta propia a su padre. Este se la dio y su vida cambió. Pasó los pertinentes exámenes para poder usar un arma y junto a su padre se recorrió las ferias y fiestas de los pueblos para terminar llenando la despensa de su casa de quesos y jamones.
El tiro empezó siendo un hobby para Molné, pero con 17 años se decantó por él para convertirlo en su profesión. Conquistó el Europeo y sintió que el tiro olímpico era lo suyo. No se equivocó y lo está demostrando ahora en los Juegos de París.
Además, en 2020 ganó dos oros. Primero en la Copa del Mundo en Kazajistán, de manera individual, y después en el campeonato del mundo por equipos mixtos en Perú.
Aunque en un principio no tenía referentes, Mar Molné se empezó a fijar poco a poco en Alberto Fernández y Fátima Gálvez, sus compañeros en los Juegos Olímpicos de París.
Molné, con un gen muy competitivo y sin ponerse presión al ser sus primeros Juegos Olímpicos, llegó a París con la ilusión de conseguir una medalla. Lamentablemente se ha quedado a las puertas, pero con tan solo 22 años ha conseguido un diploma olímpico, por lo que seguro que volverá a intentar colgarse un metal en Los Ángeles 2028.
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