Con un sombrero de paja, una silla de ruedas y un 'muro' humano, Puigdemont logra eludir a los Mossos en sorprendente evasión

Con un sombrero de paja, una silla de ruedas y un 'muro' humano, Puigdemont logra eludir a los Mossos en sorprendente evasión

En un giro inesperado de los acontecimientos, el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ha logrado eludir a los agentes de los Mossos d'Esquadra en una operación de sorprendente evasión. La inteligencia y la astucia del líder independentista catalán han permitido que, con un sombrero de paja y una silla de ruedas, pueda burlar a las autoridades españolas. La clave de su éxito radica en la creación de un 'muro' humano, formado por simpatizantes y partidarios, que han logrado desviar la atención de los agentes y permitir la huida del líder político. La noticia ha generado un gran revuelo en España y en el mundo, y se especula sobre las próximas acciones del expresidente y las consecuencias de este incidente.

La fuga del expresidente: Puigdemont se escapa de los Mossos con un sombrero de paja y una silla de ruedas

Carles Puigdemont, el expresidente de la Generalitat de Cataluña, logró escapar de los Mossos d'Esquadra el pasado día en un operativo que ha sido calificado de número de escapismo por la policía catalana.

La huida en apenas unos minutos

La fuga de Puigdemont se produjo en apenas unos minutos, a plena luz del día y en mitad de un enorme desconcierto de asistentes, periodistas y Mossos. Según el comisario jefe de la policía autonómica, Eduard Sallert, los Mossos no disponían de operación operativa y de inteligencia sobre el paradero de Puigdemont o de cuando y como regresaría a territorio español.

Una serie de maniobras de distracción perfectamente orquestadas permitieron al expresidente catalán eludir al dispositivo que trató de detenerlo tras su discurso y huir. El comisario ha señalado, además, la campaña de desinformación con elementos de confusión de Puigdemont y su entorno para evitar su arresto.

El muro humano que evitó la detención

Sin información alguna sobre su paradero, un operativo de los Mossos con varios agentes de paisano se desplegaron en el Paseo Lluís Companys para presenciar el anunciado acto de Puigdemont y proceder a su detención. Puigdemont accedió al lugar por unas calles aledañas y acompañado de una masa y autoridades políticas, lo que no hace oportuno ni idóneo la intervención en ese momento, según apuntó el comisario jefe de los Mossos.

Tras un discurso de menos de cuatro minutos, Puigdemont abandonó el escenario por un falso fondo blanco y acompañado de su abogado, Gonzalo Boye. En ese momento, según ha contado el jefe de los Mossos, los agentes de paisano se acercaron para tratar de arrestarlo, pero una masa de personas configuró un muro, cerrando el paso a los agentes.

La carpa roja, el sombrero de paja y el coche blanco

Arropado por esa masa de gente y acompañado por el secretario general de Junts, Jordi Turull, Puigdemont pudo alcanzar una carpa roja montada en el backstage del encuentro -protegido por unas vallas amarradas con bridas-. Allí se puso un gorro de paja, idéntico al que llevaban los miembros de la organización del acto.

Camuflados entre la multitud y a toda velocidad, Puigdemont y Turull se desplazaron hasta un Honda de color blanco que, desde el parking subterráneo contiguo al Paseo Lluís Companys, apareció para recogerlos. Puigdemont cambió su gorro por una gorra deportiva, idéntica a la que llevaba Turull, y ambos subieron al vehículo para emprender la huida.

El Honda -identificado como propiedad de un Mosso detenido por su colaboración en la huida- llevaba una silla de ruedas en el asiento del copiloto, como se puede ver en el vídeo difundido a los pocos minutos. Otro agente de los Mossos habría sido detenido por escoltar hasta el vehículo a Puigdemont, facilitando su huida del lugar.

La persecución por Barcelona

Con Puigdemont en el interior, el vehículo aceleró para huir del lugar. A pesar de las maniobras de distracción, el movimiento no ha sido ajeno a los agentes de la Comisaria de Información de los Mossos, que saben que el expresidente va en ese vehículo. Comienza entonces una persecución en una conducción no rectilínea por la Estación del Norte y, posteriormente, por las calles Nàpols y Sardenya, rodeando el parque de la Ciutadella y el Parlament.

Los Mossos creen, en todo momento, que Puigdemont intentará llegar al Parlament para cumplir su promesa y asistir en la investidura de Illa, eludiendo los controles para entrar por otra puerta al recinto del parque. Sin embargo, el Honda blanco giró en el paseo Circumval.lació, cambiando de rumbo.

Un semáforo en rojo terminó por frustrar la persecución, dando ventaja al coche en el que viajaba el expresidente para dejar atrás a los Mossos.

El paradero desconocido de Puigdemont

Aunque Turull ha asegurado que Puigdemont ya se encuentra de regreso a Bélgica, el comisario jefe de los Mossos ha asegurado que no se cree nada de lo que digan estos entornos, por lo que la policía autonómica no descarta que el expresidente esté en Barcelona todavía.

Respecto a la ayuda prestada por dos agentes a Puigdemont en su huida, Sallert ha declarado que no solo dificultaron la detención, sino que pusieron dificultad a sus compañeros. No merecen vestir nuestro uniforme. A pesar de no lograr detener al expresidente, Saller ha expresado que los Mossos cumplieron el objetivo principal del operativo: mantener el orden público y que se celebrase la investidura de Salvador Illa con total normalidad.