En un esfuerzo por poner fin a la escalada de violencia en la región, Egipto, Qatar y Estados Unidos se reunirán en Doha para buscar un acuerdo que establezca un alto al fuego entre Gaza e Israel. Esta iniciativa trascendental tiene como objetivo principal lograr la pacificación en la zona y evitar nuevos enfrentamientos entre las partes en conflicto. Sin embargo, es importante destacar que Hamás, considerado uno de los actores clave en el conflicto, no ha sido invitado a participar en estas conversaciones. Esta ausencia ha generado dudas sobre la efectividad del acuerdo y su capacidad para lograr una paz duradera en la región.
Doha, epicentro de las negociaciones para un alto al fuego en Gaza, sin Hamás
Doha se convierte este jueves en el epicentro diplomático de las negociaciones para un alto al fuego en Gaza. Los países mediadores en el conflicto entre Israel y Palestina -Estados Unidos, Catar y Egipto- se reunirán con las autoridades israelíes en una nueva ronda de diálogos que, previsiblemente, se prolongará durante varios días y no contará, en principio, con la presencia de Hamás.
La ausencia de Hamás, el grupo palestino ha hecho eco de su ausencia a través de un comunicado, en el que pide a Israel que implemente el acuerdo de tregua al que ya habían llegado a finales de mayo. Se trata de una iniciativa propulsada por el presidente estadounidense, Joe Biden, en el que Israel se comprometía a cesar sus ofensivas de forma duradera si Hamás liberaba a todos los rehenes que mantiene secuestrados, un plan que obtuvo el visto bueno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero que por el momento no ha logrado materializarse.
De todas formas, aunque a priori el movimiento islamista no acudirá a la cita -al no considerar necesario proseguir con nuevas negociaciones cuando ya existe un supuesto acuerdo-, los portavoces de Estados Unidos aseguran que están trabajando para que pueda estar representado durante la reunión al igual que su contraparte.
La delegación israelí, Israel enviará a un equipo de negociación encabezado por el jefe del servicio de inteligencia exterior israelí -el Mosad-, David Barnea; su homólogo en el servicio interior -el Shin Bet-, Ronen Bar; y el mayor general Nitzan Alon, en nombre del Ejército.
Posible acuerdo para el intercambio de rehenes
Sobre la mesa en la cumbre de Doha se encuentra un acuerdo para intercambiar a los 111 rehenes israelíes retenidos en Gaza por los palestinos presos en Israel, además de un alto al fuego temporal. Sin embargo, ambos contendientes han marcado una línea roja en la que las conversaciones llevan meses inmóviles: el fin definitivo de las ofensivas y la retirada de las tropas israelíes de la Franja.
Los números del conflicto, según las últimas cifras del Ministerio de Sanidad gazatí -controlado por Hamás- el balance tras más de diez meses de guerra deja ya casi 40.000 palestinos muertos, más de 92.000 heridos y unos 10.000 desaparecidos por las ofensivas israelíes, iniciadas tras un ataque del movimiento islamista gazatí que dejó unos 1.200 muertos en Israel y 251 secuestrados, entre ellos los 111 que todavía permanecen en Gaza.
Evitar la escalada del conflicto al resto de Oriente Medio
El objetivo paralelo del encuentro de este jueves es también desescalar las tensiones en Oriente Medio, pues la muerte de Haniyah y el ataque israelí contra Beirut que mató al máximo comandante militar de la milicia libanesa Hizbulá, Fuad Shukr, hacen temer el estallido de un conflicto mayor en la región.
La mediación estadounidense, el mediador estadounidense para el conflicto entre Líbano e Israel, Amos Hochstein, consideró que un pacto para un alto el fuego en la Franja podría ayudar a evitar también una guerra regional. Contribuirá a parar el ritmo de la escalada en el sur del Líbano, ha reconocido Hochstein, afirmando que están trabajando a varios niveles diplomáticos para conseguirlo, y que la cita en la capital catarí de este jueves intentará alcanzar el acuerdo.
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