- Construir un lugar seguro en tu relación: expertos en psicología revelan los secretos de la intimidad
- Intimidad emocional, física o intelectual
- Ingredientes imprescindibles para la intimidad
- Cada relación tiene sus propios códigos
- Tiempo, el ingrediente básico
- El valor de la naturalidad y la espontaneidad en la intimidad
Construir un lugar seguro en tu relación: expertos en psicología revelan los secretos de la intimidad
La intimidad debe convertirse en un lugar seguro donde se sienta la cercanía con la otra persona, especialmente en el terreno emocional. Se trata de una sensación fundamental que tiene que ver con la tranquilidad y la certeza de que, en ese lugar, puedo actuar como realmente soy, expresar todo aquello que no muestro habitualmente.
Intimidad emocional, física o intelectual
María José Arregui, psicóloga sanitaria, explica que cuando hablamos de intimidad, nos referimos en realidad a esa sensación de cercanía con otra persona, especialmente una cercanía de tipo emocional. Es una sensación fundamental y tiene que ver con sentir que puedo hablar o expresar emociones que no muestro habitualmente en otros ámbitos ni con otras personas.
La intimidad no solo se limita a lo emocional, sino que también puede desarrollarse en otros ámbitos, como por ejemplo en el plano físico. Las caricias, los abrazos, cuando sentimos que el cuerpo nos invita a buscar ese contacto, es una señal de intimidad. Pero también puede desarrollarse en un plano más intelectual, que es cuando sentimos valores o pensamientos afines, comprendemos cómo piensa la otra persona y nos sentimos entendidos por ella.
Ingredientes imprescindibles para la intimidad
En opinión de la psicóloga, deben existir una serie de ingredientes que son imprescindibles para ayudar a generar esa intimidad tan necesaria. Eso que arma la intimidad tiene que ver con sentir que esa otra persona representa un lugar seguro y confiable para mí. En este contexto, la honestidad es un principio insoslayable. También lo es evitar el juicio ajeno, y echar mano siempre del afecto, claves a la hora de generar esa cercanía que define la intimidad en la relación.
Cada relación tiene sus propios códigos
Es importante tener claro que la intimidad de cada pareja sigue sus propios códigos, sus formas de expresión particulares y únicas, y pequeños rituales a través de los cuales se expresa. Cada pareja tiene sus propios códigos para compartir en la intimidad.
Buenaventura del Charco Olea, psicólogo sanitario, comenta que decía Borges que amar a alguien es 'construir una mitología privada con esa persona', y en mi opinión es una manera muy bella de recoger cuál es la idea. Y añade: Si lo que queremos es fomentar la intimidad, debemos tratar de entender de qué códigos está hecha la de nuestra propia relación. Eso es algo que sólo pueden conocer los miembros de esa relación, puesto que se trata de algo privado y único que sólo les concierne a ellos.
Tiempo, el ingrediente básico
El tiempo es el verdadero motor para construir la intimidad. La mala noticia es que hoy en día nos cuesta demasiado disponer de tiempo, es un bien demasiado preciado y escaso. Pero no se refiere a pasar horas haciendo algo en concreto, ni algo grandilocuente o planes organizadísimos, sino tiempo para poder dedicarnos a charlar, a conversar antes de acostarnos cada noche… tiempo para compartir nuestros espacio físico y practicar el contacto.
El valor de la naturalidad y la espontaneidad en la intimidad
Querer forzar la intimidad es un gran error. No se trata de mantener las apariencias, sino de todo lo contrario, de ser de verdad y construir unos cimientos reales y auténticos. Lo fundamental es sentir que podemos estar abierta y genuinamente con el otro, sin forzar nada y sin tener que aparentar nada. Se construye de forma espontánea y natural, y solo desde esa base se puede llegar a las situaciones de intimidad que funcionan.
La intimidad se construye entre dos, con espontaneidad y naturalidad, no hacen falta grandes lujo sino mucha verdad. La idea es poder abrirnos y mostrarnos tal cual, con claridad. Para conseguirlo, lo más importante es crear entre los dos un ambiente de empatía, sin juzgar nunca al otro. Esto es más importante de lo que parece porque, si tememos ser rechazados, criticados o juzgados, difícilmente nos vamos a atrever a mostrarnos como somos.
Además de dedicarnos tiempo, y de generar ese ambiente de empatía sin juicios, hay otros ingredientes imprescindibles para que esa intimidad sea honesta y verdadera. El cariño, la pasión y el contacto físico también juegan un papel crucial en la intimidad, sobre todo en la de una pareja. Por ello, debemos esforzarnos por crear oportunidades que puedan dar lugar a ella sin necesidad de forzarla.
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