- El silencio de Occidente: Tres años después de la toma del poder por los talibanes, Afganistán sufre una crisis de derechos humanos sin precedentes
- El silencio de Occidente: Tres años después de la toma del poder por los talibanes, Afganistán sufre una crisis de derechos humanos sin precedentes
- Tres años de opresión: Talibanes afirman paz y seguridad en Afganistán, pero la realidad es diferente
- La frustración es palpable: Afganos exigen justicia y protección ante la comunidad internacional
- La crisis humanitaria en Afganistán: Desnutrición, desplazamiento y violaciones de derechos humanos
- Silencio de Occidente: ¿Qué ha pasado con la promesa de protección a los afganos?
- Afganistán en bancarrota: ¿Cómo pueden sobrevivir millones de personas sin ayuda internacional?
El silencio de Occidente: Tres años después de la toma del poder por los talibanes, Afganistán sufre una crisis de derechos humanos sin precedentes
Desde que los talibanes tomaron el poder en Afganistán en 2021, el país ha sido testigo de una crisis de derechos humanos sin precedentes. La comunidad internacional, particularmente Occidente, ha mantenido un silencio cómplice ante la situación, lo que ha permitido que la opresión y la violencia contra la población afgana continúen sin freno. La persecución de las mujeres, la restricción de la libertad de expresión y la impunidad de los abusos son solo algunos ejemplos de la grave situación que enfrenta el pueblo afgano. En este contexto, es urgente que la comunidad internacional tome medidas efectivas para abordar esta crisis y proteger los derechos humanos fundamentales de la población afgana.
El silencio de Occidente: Tres años después de la toma del poder por los talibanes, Afganistán sufre una crisis de derechos humanos sin precedentes
Los talibanes celebraron el miércoles el tercer aniversario de su regreso al poder en Afganistán, con un desfile militar en la antigua base aérea estadounidense de Bagram. Sin embargo, la realidad en el país es muy diferente a la paz y seguridad que el régimen talibán asegura haber logrado.
Tres años de opresión: Talibanes afirman paz y seguridad en Afganistán, pero la realidad es diferente
Según Samira Hamidi, responsable regional de campañas sobre Asia meridional para Amnistía Internacional, la frustración en la comunidad afgana es palpable. El mundo sigue expresando su pesar mientras los talibanes siguen violando los derechos humanos.
Los talibanes han prohibido la presencia de mujeres en el ámbito deportivo y han establecido un sistema que mantiene a las mujeres alejadas de la esfera pública y social, evitando su progreso y prosperidad. Además, han cometido violaciones de derechos humanos y crímenes de derecho internacional contra la población de Afganistán, especialmente las mujeres y las niñas, con absoluta impunidad.
La frustración es palpable: Afganos exigen justicia y protección ante la comunidad internacional
Los afganos creen de forma abrumadora que la comunidad internacional les ha fallado. No solo no ha hecho rendir cuentas a los talibanes por los crímenes y violaciones de derechos humanos que han cometido, sino que ha eludido formular una orientación estratégica para prevenir nuevos daños.
La crisis humanitaria en Afganistán: Desnutrición, desplazamiento y violaciones de derechos humanos
La sequía afecta a casi el 80% de la población en Afganistán, lo que repercute en la alimentación de la población: el 45% padece desnutrición y el 50% (unos 23,7 millones de personas) necesita ayuda humanitaria para sobrevivir. Además, millones de afganos han tenido que abandonar sus hogares, siendo desplazados o refugiados.
Silencio de Occidente: ¿Qué ha pasado con la promesa de protección a los afganos?
La comunidad internacional ha fallado a la población de Afganistán. No solo no ha hecho rendir cuentas a los talibanes por los crímenes y violaciones de derechos humanos que han cometido, sino que ha eludido formular una orientación estratégica para prevenir nuevos daños.
Afganistán en bancarrota: ¿Cómo pueden sobrevivir millones de personas sin ayuda internacional?
Los talibanes han heredado un país en bancarrota con un sistema económico corrupto que depende de la ayuda exterior. Ningún país acepta a los gobernantes afganos como gobierno legítimo y existen importantes restricciones financieras internacionales. Además, las reservas de divisas del banco nacional de Afganistán también han sido confiscadas por EE UU.
La declaración conjunta de grupos no gubernamentales internacionales advirtió del creciente déficit de financiación de la ayuda. La situación en Afganistán es un motivo de vergüenza para el mundo.
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