- La frustración crece en Santiago: vecinos denuncian la invasión de peregrinos, que llegan como una marea incontrolable
- Frustración crece en Santiago: vecinos denuncian invasión de peregrinos y masificación turística
- Conductas incívicas y descontrol
- Iniciativas ciudadanas contra el descontrol
- Soluciones propuestas
La frustración crece en Santiago: vecinos denuncian la invasión de peregrinos, que llegan como una marea incontrolable
En la ciudad de Santiago, la frustración y el descontento están alcanzando niveles críticos entre los vecinos, quienes denuncian la invasión de peregrinos que llegan en masa a la ciudad. La situación se ha vuelto insostenible, según los residentes, que se sienten abrumados por la marea incontrolable de visitantes que invaden sus calles y espacios públicos. La presión demográfica y la sobrecarga en los servicios básicos son solo algunos de los problemas que están generando esta situación, y los vecinos están exigiendo soluciones urgentes para recuperar la paz y la tranquilidad en su ciudad.
Frustración crece en Santiago: vecinos denuncian invasión de peregrinos y masificación turística
La ciudad de Santiago de Compostela se ha convertido en un paso de Semana Santa constante para los vecinos, quienes denuncian la invasión de peregrinos y la masificación turística que ha generado una serie de problemas en la ciudad.
Esto no es un parque temático, es una ciudad donde vive gente, explica indignado Guillermo, vecino de Santiago de Compostela. Hay grupos de peregrinos que llegan como una marea, ocupan la calle entera y cantan a gritos, algunos incluso vienen con megáfonos y altavoces.
Según la Oficina del Peregrino de la capital del Apóstol, en lo que va de 2024 se han sellado 274.750 compostelas, documento que certifica la culminación del Camino de Santiago, lo que supone un aumento de casi 40.000 respecto al año anterior.
Los vecinos de la ciudad han denunciado las malas conductas de determinados grupos de peregrinos, así como la incipiente y progresiva masificación turística de la ciudad. El problema viene cuando hablamos de grupos grandes. Da igual el día que sea, ellos entran en la ciudad y hacen notar que acaban de terminar el Camino, con música, instrumentos, cantando., explica Adrián, joven de 26 años que trabaja en un local de hostelería de la calle Casas Reais.
Conductas incívicas y descontrol
Las calles de entrada a la zona vieja compostelana se han visto inundadas por mareas de peregrinos, que en ocasiones impiden a los propios vecinos hacer vida normal. Cuando tengo que ir al trabajo, a hacer recados o simplemente a dar un paseo, las calles están llenas, tienes que ir esquivándolos y ellos nunca se apartan, asevera Adrián.
Los vecinos de Santiago también han denunciado conductas incívicas, como picnics y pintadas en las piedras del suelo del Obradoiro, parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, así como acampadas, barbacoas y ropa tendida a secar en el parque urbano de la ciudad, la Alameda.
Iniciativas ciudadanas contra el descontrol
Algunos ciudadanos han decidido tomar medidas y denunciar estas conductas en redes sociales. Es el caso de Compostela Resiste (@compostelaresiste en Instagram), una cuenta colaborativa que sube a su perfil vídeos e imágenes compartidos por los vecinos para mostrar algunos de estos comportamientos incívicos.
Otra de las iniciativas ciudadanas que más ha cargado contra este tipo de acciones es Escola Unitaria (@escolaunitaria en Instagram), que el año pasado llevó a cabo una campaña dirigida a los visitantes maleducados con pegatinas en varios rincones de la ciudad del Apóstol.
Soluciones propuestas
Ante esta situación, son muchos los compostelanos que proponen presencia policial o sanciones económicas como solución. Al final si no amenazan con una multa lo van a hacer igual, sobre todo si son grupos grandes que no se van a parar a leer carteles. Personalmente, creo que habría que penalizar más el vandalismo y la utilización de la ciudad como escenario, afirma Guillermo.
El problema no es el turismo en sí, sino el turismo de masas descontrolado, y deberían dejar de tener esa sensación de impunidad. He visto gente haciendo gincanas en el Obradoiro, saltando y tirando mochilas, y estoy seguro de que eso no lo habrían hecho frente al Coliseo romano, por ejemplo. Hace falta presencia policial, propone el arquitecto.
Los vecinos de Santiago también hacen un llamamiento a los visitantes para que sean más conscientes y respetuosos con la ciudad que les acoge. Entendemos que están encantados de llegar a Compostela, comenta el joven, pero tienen que comprender que los que somos de aquí convivimos con esto día tras día.
Deja una respuesta