- Turbulencia en la persecución, fallos en la coordinación. la concatenación de errores de los Mossos durante la huida de Puigdemont
- Fallos en la coordinación: Mossos reconocen errores en la detención de Puigdemont
- Errores en la coordinación
- La huida de Puigdemont
- Confusión y falta de coordinación
- Conclusión
Turbulencia en la persecución, fallos en la coordinación. la concatenación de errores de los Mossos durante la huida de Puigdemont
La huida del expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, en octubre de 2017, supuso un verdadero desafío para los Mossos d'Esquadra, la policía autónoma de Cataluña. Sin embargo, una investigación posterior ha revelado una serie de fallos y errores en la coordinación y la persecución del líder independentista. La concatenación de errores cometidos por los Mossos permitió que Puigdemont lograra escapar y se refugiara en Bélgica. En este artículo, analizaremos los detalles de esta operación fallida y las consecuencias que tuvo para la institución policial catalana.
Fallos en la coordinación: Mossos reconocen errores en la detención de Puigdemont
Los Mossos d'Esquadra han reconocido haber cometido varios errores en el dispositivo encargado de la detención del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont durante su regreso a España el 8 de agosto. La Policía catalana ha entregado un informe al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena en el que recoge esos fallos, que provocaron que el líder de Junts se pudiera fugar y regresar a Waterloo.
Errores en la coordinación
En el escrito, los Mossos reconocen que confundieron el modelo del vehículo en el que el expresidente escapó del Passeig de Lluís Companys de Barcelona después de dar un mitin. También ha quedado indicado que solo uno de los ocho agentes adscritos a la Comisaría General de Información observó visualmente lo sucedido, si bien se desplegaron unos 600 efectivos. Tampoco pudieron revisar el interior del Parlament el día anterior porque, según han sostenido, no se les dio permiso.
Además, los agentes desplegados en la zona el día de la llegada de Puigdemont observaron que se habían instalado unas vallas metálicas de 180 centímetros de altura que formaban un perímetro en la parte posterior, en los laterales y por delante del escenario desde el que intervino. Según han expresado, esta disposición aislaba por completo la plataforma y el backstage. También estaban cubiertas completamente con lonas de color negro que impedían tener visión del interior, y unidas entre sí por un sistema de bridas de plástico.
La huida de Puigdemont
Puigdemont accedió al lugar a las 08.56 horas, pronunció un breve discurso desde el escenario, y tras ello, bajó las escaleras y entró en una de las tiendas situadas dentro del vallado. Un agente ha explicado en el documento que, nada más bajar el expresident, unas 50 personas se distribuyeron en filas de tres columnas con los brazos entrelazados, todas ellas con los gorros de paja, mientras que otros individuos se colocaban una gorra.
Fue cerca de las 09.05 horas cuando el mismo mosso observó que un grupo reducido de personas cortaba las bridas que unían las vallas a la altura del carril de salida del aparcamiento subterráneo Saba de Lluis Companys y que del parking salía un coche de color blanco. El policía pudo apreciar de forma clara y sin duda alguna, como el señor Jordi Turull, con una gorra oscura de béisbol en la cabeza, salía del interior del vallado a través del paso habilitado por las personas anteriores.
Tras ello vio como Puigdemont se colocaba una gorra igual a la del secretario general de Junts, y se introducía en el asiento posterior izquierdo del citado vehículo. En el informe ha quedado argumentado que el agente no logró acceder al canal, ya que en ese momento se estaban retransmitiendo diferentes comunicaciones por parte de otros efectivos policiales, por lo que decidió llamar por teléfono a su superior para contarle lo sucedido.
Confusión y falta de coordinación
De este modo, el resto de efectivos policiales presentes en el lugar fueron desconocedores de lo que estaba sucediendo y centraron su atención en la comitiva de políticos y autoridades que avanzaba hacia el Parlament. El mosso, por su parte, echó a correr tras el coche, al que perdió en un cambio de semáforo.
Tras ello, trasladó a su superior que el modelo de turismo era un Peugeot, en vez de un Honda, y aportó dos matrículas al no poder apreciar uno de los números de la placa con claridad. Esta confusión ha quedado atribuida en el informe a la tensión del momento y por el hecho de que el agente se encontraba corriendo tras el vehículo.
Conclusión
El informe ha recogido que la huida de Puigdemont estuvo facilitada por varias acciones organizadas y ejecutadas con perfecta sincronización con el fin de distraer la atención policial y que consistieron en simular un desplazamiento del expresidente hacia el parque de la Ciutadella, lo que motivó una situación de confusión, incertidumbre y alto tráfico en las comunicaciones.
Todo ello, argumentan, propició su fuga sin que los efectivos policiales tuviesen conocimiento. El objetivo vinculado al previsible retorno de Puigdemont no se alcanzó, dado que no se dispuso de la oportunidad policial de acceder a su detención, han reconocido los Mossos, que han añadido que no se preveía que el retorno del líder de Junts fuera meramente fugaz y no orientado a participar en el Pleno, como había anunciado.
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