En el sur de la isla de Lanzarote, en el archipiélago canario, se encuentra uno de los lugares más impresionantes y únicos del planeta: la playa de arena negra de Papagayo. Este verdadero espectáculo natural es el resultado de la erupción del Timanfaya, un volcán que hace más de 200 años que cambió la fisonomía de la isla. La playa de Papagayo es famosa por su arena de color oscuro, que se debe a la presencia de basalto y escorias volcánicas que se mezclan con la arena blanca natural. El resultado es un paisaje surrealista que atrae a turistas de todo el mundo. A continuación, descubrimos más sobre esta playa única y sus alrededores.
La playa de arena negra de Papagayo, un paisaje volcánico único en Lanzarote
La playa de Las Malvas, ubicada en el municipio de Tinajo en la isla de Lanzarote, es un tesoro escondido que cautiva a los visitantes con su enigmática belleza. Esta pequeña cala de apenas 180 metros de longitud se distingue por su arena negra volcánica, resultado de la erosión de las coladas de lava del Parque Nacional de Timanfaya.
Un paisaje visual único
El paisaje que rodea la playa de Las Malvas es un espectáculo visual único. Las imponentes montañas de fuego de Lanzarote se erigen como guardianes silenciosos, creando un perfil misterioso y fascinante. Al adentrarse en la zona, los visitantes pueden contemplar el mar de lava petrificado, un testimonio de la actividad volcánica que ha moldeado la isla a lo largo de los siglos.
Un contraste impactante
La arena negra de la playa contrasta de manera impactante con el intenso azul del océano Atlántico. Este singular escenario atrae tanto a turistas como a fotógrafos, quienes buscan capturar la belleza y la esencia de este lugar único. Además, la tranquilidad que envuelve la cala invita a disfrutar de momentos de relajación y conexión con la naturaleza.
Su origen volcánico
La playa de Las Malvas debe su existencia a la actividad volcánica que ha configurado el paisaje de Lanzarote. Las erupciones que tuvieron lugar en el siglo XVIII en el Parque Nacional de Timanfaya dieron origen a extensas coladas de lava que, con el paso del tiempo, han sido erosionadas por la acción del viento y el mar.
Este proceso de erosión ha dado lugar a la formación de la arena negra que cubre la playa. La roca volcánica, rica en minerales oscuros como el basalto y la obsidiana, se ha desintegrado gradualmente en pequeños granos que confieren a la arena su característico color negro intenso.
Rodeada de un entorno natural único
La playa de Las Malvas se encuentra rodeada por un entorno natural de gran valor ecológico. En los alrededores de la playa, los visitantes pueden explorar un paisaje volcánico único, con formaciones rocosas caprichosas y vegetación adaptada a las condiciones áridas de la isla. Además, la zona es un refugio para diversas especies de aves marinas, que encuentran en los acantilados y las aguas circundantes un hábitat propicio para su desarrollo.
Actividades y recomendaciones
La playa de Las Malvas ofrece un entorno ideal para aquellos que buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza. Su ubicación apartada y su limitada extensión hacen que sea un lugar poco concurrido, perfecto para disfrutar de momentos de sosiego y contemplación.
Para acceder a la playa, es recomendable hacerlo a pie. El camino discurre por un sendero que atraviesa el paisaje volcánico, brindando vistas panorámicas del océano y las montañas a su alrededor. Es importante llevar calzado adecuado y protección solar, ya que el terreno puede ser irregular y el sol puede ser intenso.
Aunque la playa de Las Malvas no cuenta con servicios turísticos, su belleza natural y su singularidad la convierten en un destino imprescindible para aquellos que desean descubrir los tesoros ocultos de Lanzarote. Un lugar donde la fuerza de la naturaleza se manifiesta en todo su esplendor, invitando a la contemplación y al asombro.
Deja una respuesta