En un contexto de gran relevancia humanitaria, la Ruta Canaria cumple treinta años de existencia, un hito que nos lleva a reflexionar sobre la situación migratoria en el Mediterráneo. Desde su inicio, esta ruta ha sido testigo de 230.000 llegadas clandestinas, un número que solo refleja una parte de la realidad. Lo que es aún más impactante es el número incalculable de vidas perdidas en este trayecto, un drama humanitario que continúa sin cesar. En este artículo, analizaremos la evolución de esta ruta y los desafíos que enfrenta la comunidad internacional para abordar esta crisis.
Años de tragedia en el Mediterráneo: llegadas clandestinas y un número incalculable de muertes
El 28 de agosto de 1994, dos hombres saharauis llegaron a la isla de Fuerteventura, inaugurando lo que posteriormente se conocería como la Ruta Canaria. Hoy, 30 años después, esta ruta cumple tres décadas con cifras que demuestran la grave situación que viven tanto las islas como quienes se juegan la vida para pisar suelo español: 230.000 llegadas y un número indeterminado de muertos que ascienden a decenas de miles.
La situación de los menores no tutelados
Además de los desembarcos masivos de inmigrantes (el Ministerio del Interior cifra en 23.000 las personas que en lo que llevamos de 2024 han llegado a Canarias, un 126% más que en el mismo período de 2023), el foco está puesto ahora en la situación de los menores no tutelados. El archipiélago acoge en estos momentos, según ha denunciado el presidente autonómico Fernando Clavijo, a 5.500 niños.
Esto se convertirá en un sinvivir, dice Clavijo, debido a que lo peor parece estar por llegar. Los vientos alisios, peligrosos para las embarcaciones, disminuyen a partir de septiembre y hasta enero, por lo que son más los que se aventurarán a echarse al mar. De no revertirse la situación, el Gobierno canario prevé que este 2024 se bata un nuevo récord de llegadas: más de 50.000.
La Ruta Atlántica, una de las más mortíferas del mundo
La Organización de Naciones Unidas para las Migraciones (OIM) estima que, como mínimo, 4.755 personas han perdido la vida en el Atlántico desde 2014 intentando llegar a las islas. Por su parte, la ONG Caminando Fronteras tiene documentadas 18.680 muertes desde enero de 2018. Pero son más. Muchas más.
La crisis de los cayucos comenzó en 2006, cuando más de 31.600 personas llegaron a las islas. La utilización de cayucos, barcazas más grandes procedentes de Senegal y Mauritania, permitió el transporte de más migrantes. De algunas decenas Canarias pasó a recibir más de 100 en cada llegada. El récord se batió en octubre de 2023: el día 21 era socorrido un cayuco con 320 ocupantes en aguas cercanas a El Hierro.
La petición del presidente autonómico
Estamos al límite. Necesitamos ayuda y la necesitamos ya, declaró este lunes Clavijo, quien ayer anunció que se reunirá con el presidente de Ceuta, el popular Juan Jesús Vivas, para liderar la unión de las CCAA ante la presión migratoria. Clavijo ha invitado una vez más a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a que visite las islas y conozca de primera mano la situación que viven.
La Ruta Canaria cumple 30 años, y con ella, una década de tragedias en el Mediterráneo. Esperamos que Europa no olvide la Ruta Atlántica ni a Canarias.
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