Después de las vacaciones, ¿su perro puede sufrir depresión?
Al igual que los humanos, los perros pueden sentir un 'bajón emocional' cuando sus rutinas se ven alteradas tras un período de descanso y un cambio en su día a día. Este estado se conoce como el 'síndrome posvacacional' y puede manifestarse en los perros con síntomas como la tristeza, el letargo, la falta de apetito y cambios en el comportamiento.
La importancia de la rutina
Durante las vacaciones, suelen disfrutar de más tiempo con sus familias, hacen más ejercicio y exploran nuevos entornos, pero al regresar a la vida cotidiana, deben adaptarse nuevamente a horarios más restringidos, a recibir menos atención y a menos actividad y estimulación. Esta transición puede generarles estrés y, en algunos casos, síntomas de ansiedad, ya que a los perros les gusta la estabilidad y la previsibilidad de una rutina.
La Real Sociedad Canina de España (RSCE) recomienda que, para hacer esta transición más llevadera, los cuidadores reintroduzcan las rutinas de manera paulatina. Restablecer horarios de comidas, paseos y juegos de forma gradual ayudará a que el perro se sienta más seguro y menos afectado por los cambios. Además, reservar tiempo para jugar y dar largos paseos puede aliviar el exceso de energía que acumulan debido a la menor actividad diaria.
La temida ansiedad por separación
Uno de los problemas más comunes que experimentan los perros al regresar de las vacaciones es la ansiedad por separación. Este trastorno se manifiesta cuando el perro se queda solo después de haber pasado largos períodos acompañado de su familia. Algunas razas puras con tendencia a ser dependientes son más propensas a sufrir este trastorno, como es el caso de los pomeranias, los bichones malteses o los cócker spaniels.
Podemos averiguar si nuestro perro muestra síntomas de ansiedad por separación si observamos la aparición de comportamientos destructivos, como morder muebles o arañar puertas, así como una sobreexcitación cuando regresamos a casa. Para evitar que esta ansiedad se agrave, la entidad canina española fundada en 1911 sugiere realizar pequeñas escapadas ocasionales para que el perro se acostumbre a periodos de ausencia más prolongados. Por otro lado, durante el tiempo que se pase con el animal, es importante reforzar la socialización y ofrecerles estímulos mentales, como nuevos juguetes o actividades adecuadas a su personalidad y aptitudes que mantengan al perro activo.
Fatiga tras el viaje
El regreso de las vacaciones también puede ser agotador para los perros, especialmente si han tenido que pasar muchas horas en un coche, tren o avión. Aunque no realicen actividad física durante el viaje, el estrés de estar en un entorno desconocido, junto con la incomodidad de estar encerrado, puede dejarlos exhaustos. Para minimizar este cansancio, es aconsejable hacer paradas frecuentes durante los viajes en coche, permitiendo que el perro estire las patas y se relaje.
Cómo ayudar a los perros tras las vacaciones
La clave para evitar que los perros sufran depresión posvacacional radica en la prevención; se deben volver a establecer rutinas de manera gradual y asegurarse de que el perro se sienta acompañado y querido durante los momentos de descanso hará que el proceso de habituación sea mucho más fácil. Además, hacer pequeñas escapadas o excursiones durante los fines de semana también ayudará a que el perro se sienta menos afectado por la vuelta a la rutina diaria.
Si bien es normal que un perro se sienta algo decaído los primeros días tras las vacaciones, podría ser señal de algún problema subyacente si estos síntomas persisten durante más tiempo. En estos casos, se debe consultar con un veterinario para descartar posibles problemas de salud.
Recuerda que la mejor manera de ayudar a tu perro a superar el síndrome posvacacional es mediante la prevención, el establecimiento de rutinas y la atención personalizada. ¡No dudes en consultar con un veterinario si tienes alguna duda o inquietud sobre el bienestar de tu perro!
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