La escondida belleza: La joya arquitectónica que se esconde en pleno corazón de Barcelona
En el corazón de Barcelona, ciudad conocida por sus bulliciosas calles y emblemáticos monumentos, se esconde un tesoro arquitectónico que pasa desapercibido para muchos de sus visitantes. Un lugar que, a pesar de su belleza y valor histórico, permanece oculto a la vista de la mayoría de los turistas. Sin embargo, hoy queremos revelar el secreto de esta joya arquitectónica, un auténtico patrimonio olvidado que merece ser descubierto y admirado. Prepárate para descubrir un lugar único y sorprendente que te hará ver Barcelona desde una perspectiva diferente.
Descubre el templo oculto de Augusto: La joya arquitectónica que se esconde en pleno corazón de Barcelona
Barcelona es una de las ciudades de España que acoge cada año a cientos de turistas. Es un destino perfecto para recorrer sus calles y empaparse de la cultura catalana, además de conocer algunos lugares de interés como la Sagrada Família o el Parque Güell, entre otros. Sin embargo, son muy pocos los que conocen que en pleno centro de la ciudad condal se encuentra un tesoro antiguo y único: un templo romano.
Durante mucho tiempo, esta joya arquitectónica ha pasado desapercibida, pero es una representación de la época romana en Barcelona. Estamos hablando del templo de Augusto. Se cree que su construcción comenzó en la época de Tiberio, aunque también es muy posible que se alzara a finales del siglo I. Esta edificación estaba dedicada al culto imperial a César Augusto y fue construido en Barcino, una colonia que se fundó con el permiso del emperador.
Un tesoro escondido en el corazón de la ciudad
Con el paso del tiempo, el templo se derrumbó y fue a finales del siglo XIX cuando se encontraron cuatro columnas que pertenecían a este edificio. Fue durante las obras de construcción de la sede del Centro Excursionista de Cataluña. Además, había una cuarta columna que estaba expuesta en la plaza del Rey de Barcelona y que se incorporó a este conjunto.
El Centro de Excursionistas de Cataluña pidió la intervención del arquitecto Lluís Domènech i Montaner. Entre 1903 y 1904 creó un patio interior desde el que se puede ver las partes que quedan del templo.
El templo de Augusto, un lugar emblemático
Según explica el Museo de Historia de Barcelona, el templo de Augusto presidía el fórum, una plaza porticada en el cruce de las calles principales. Era en este espacio donde se situaban los edificios administrativos y en el que se centraba toda la actividad política, económica, social y religiosa.
Las cuatro columnas del templo se encuentran en el barrio Gótico de la ciudad condal. Como hemos dicho, son los restos que quedan del templo de Augusto, pero además se ha podido conservar también algún fragmento del transepto y del podio sobre el cual se levantaba. Están situadas en el interior del edificio, ascendiendo la calle Paradís.
Como curiosidad, en el número 10 de esta calle hay una piedra de molino que marca el punto más alto de la ciudad romana. Las columnas del templo miden unos 9 metros de altura y son de orden compuesto.
No te pierdas la oportunidad de descubrir este tesoro escondido en el corazón de Barcelona. ¡Visita el templo de Augusto y descubre la historia detrás de esta joya arquitectónica!
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