- Análisis revela que tres características en la sangre permiten predecir el riesgo de infarto y ictus en mujeres
- Descubrimiento revolucionario: tres marcadores en la sangre predijen el riesgo de infarto y ictus en mujeres
- Proteínas, colesterol y lípidos
- Un riesgo de ictus casi cuatro veces mayor
- Un nuevo método diagnóstico y preventivo
Análisis revela que tres características en la sangre permiten predecir el riesgo de infarto y ictus en mujeres
Un estudio innovador ha revelado que tres características específicas presentes en la sangre de las mujeres pueden ser utilizadas para predecir el riesgo de infarto y ictus. Esta investigación, que marca un hitó importante en la prevención de enfermedades cardiovasculares, ha identificado tres biomarcadores que, cuando se combinan, permiten a los médicos evaluar con mayor precisión el riesgo de que una mujer sufra un evento cardiovascular grave. Estos datos prometedores abren la puerta a nuevas oportunidades para la detección temprana y la prevención de enfermedades que siguen siendo una de las principales causas de mortalidad en mujeres.
Descubrimiento revolucionario: tres marcadores en la sangre predijen el riesgo de infarto y ictus en mujeres
Aunque en España ha sido superada solo recientemente por el cáncer, las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la principal causa de muerte entre las mujeres a nivel mundial. El ictus, una forma particularmente peligrosa de estas patologías, representa la tercera más frecuente en el mismo ámbito.
Pero, desgraciadamente, muchas mujeres no llegan a recibir un diagnóstico correcto a tiempo, en parte porque sus síntomas tienden a ser diferentes a los que muestran los varones. En la actualidad, se está dedicando un volumen significativo de investigación a tratar de subsanar esa brecha; por ejemplo, un nuevo estudio acaba de hallar que tres marcadores en la sangre en conjunto son capaces de predecir con gran precisión el riesgo elevado en esta mitad de la población.
Proteínas, colesterol y lípidos
Según se detalla en la revista científica New England Journal of Medicine, este descubrimiento es el resultado de analizar datos recogidos en el estudio Women's Health Study (WHS), financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de los Estados Unidos. Desde 1993, el estudio ha seguido el estado de salud de una cohorte de profesionales sanitarias de 45 o más años de edad.
Las personas que participaron en el estudio habían proporcionado muestras de sangre a las que se les realizaron test de diversos parámetros, incluyendo la proteína C-reactiva de alta sensibilidad (hsCRP), el colesterol LDL (o 'colesterol malo' coloquialmente) o la lipoproteína A o Lp(a). De estos, el cribado del colesterol LDL ya es universal; sin embargo, no sucede lo mismo con la hsCRP (un marcador de la inflamación en las arterias, que interviene de manera muy importante en la génesis de numerosas enfermedades cardiovasculares) o con la LP(a), otro marcador de lípidos.
Un riesgo de ictus casi cuatro veces mayor
Al analizar y comparar los datos, los investigadores hallaron que el porcentaje de riesgo de sufrir un incidente cardiovascular mayor se incrementaba sensiblemente en las mujeres que mostraban niveles elevados de alguno de estos marcadores. Concretamente, en aquellas que arrojaron niveles más altos de lo normal de hsCRP tenían un riesgo un 70% superior a las que tenían valores normales; en el caso de los niveles de colesterol LDL, el riesgo aumentaba en un 36%; y quienes tenían los niveles más altos de Lp(a) tenían un 33% más de riesgo.
Una de las cosas más interesantes que ha arrojado este estudio es que los niveles elevados de hsCRP se asocian con riesgos hasta 30 años después de su detección, lo que ofrece pistas sobre el papel que juega el sistema inmune en la génesis de la enfermedad aterosclerótica; también, sugiere que las intervenciones destinadas a disminuir los niveles de inflamación pueden tener un impacto muy importante en el largo plazo sobre las tasas de incidencia de eventos cardiovasculares mayores como ictus o infarto.
Un nuevo método diagnóstico y preventivo
Cuando las voluntarias tenían elevados los niveles de los tres biomarcadores, el riesgo de desarrollar un evento cardiovascular adverso se elevaba nada menos que 2,6 veces, y el riesgo de ictus a lo largo de los siguientes 30 años aumentaba 3,7 veces.
La buena noticia, de nuevo, es que estos resultados no solo nos ofrecen un nuevo método diagnóstico para establecer el riesgo a muy largo plazo, sino que apuntan a nuevas vías preventivas para evitar que esta clase de problemas de salud potencialmente letales lleguen a producirse. Además, solo requiere de la realización de pruebas actualmente disponibles y desarrolladas, con lo que se plantea especialmente accesible.
Esperamos que esta noticia te haya sido útil. ¡Si quieres recibir los mejores contenidos para cuidar tu salud y sentirte bien, apúntate gratis a nuestra nueva newsletter!
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