- Un pulso en el PSOE compromete a Ábalos y añade un obstáculo más al ya debilitado Gobierno
- Ábalos desafía al PSOE y al Gobierno con sus votos en el Congreso
- La auditoría y la reacción de Ábalos
- Las votaciones y la desmarcación de Ábalos
- La conexión de Ábalos con América Latina
- La situación del Gobierno
Un pulso en el PSOE compromete a Ábalos y añade un obstáculo más al ya debilitado Gobierno
En un golpe inesperado, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se enfrenta a una grave crisis interna que pone en peligro la estabilidad del Gobierno. La discordia surgió en torno a la figura del ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, quien se encuentra comprometido en una serie de polémicas decisiones que han generado malestar entre los militantes del partido. Esta nueva crisis se suma a las ya existentes tensiones que han debilitado al Ejecutivo en los últimos meses, lo que hace que el futuro del Gobierno sea cada vez más incertidumbre.
Ábalos desafía al PSOE y al Gobierno con sus votos en el Congreso
Las advertencias del exministro José Luis Ábalos al Gobierno se materializaron en la pérdida de un apoyo parlamentario más en el Congreso respecto al bloque que posibilitó la investidura de Pedro Sánchez. La auditoría encargada por el ministro de Transportes, Óscar Puente, a raíz del caso Koldo no ha hecho ninguna gracia al exdirigente socialista, que tras advertir que esto tendría consecuencias, las escenificó la pasada semana al desmarcarse del PSOE en dos votaciones en el Congreso.
Todo forma parte de un pulso que tiene consecuencias para las dos partes: aunque su voto no es determinante porque el Ejecutivo llega al nuevo curso mermado de apoyos tras el cisma con Junts, supone un dolor de cabeza añadido para el Gobierno en una legislatura que ya es inestable. Aunque tiene más que perder Ábalos, que se juega su imputación en la causa.
La auditoría y la reacción de Ábalos
El tira y afloja comenzó con la marcha de Ábalos al grupo mixto después de la imputación del que fuera su mano derecha, Koldo García, por la trama de corrupción que lleva su nombre. Entonces, su sucesor en Transportes, Óscar Puente, decidió impulsar una auditoría interna cuyos resultados comprometen a Ábalos y que ya están en manos del juez que investiga la causa.
La respuesta de Ábalos no se hizo esperar. Denunció un linchamiento por parte del Gobierno por una auditoría que considera innecesaria habiendo una investigación penal en curso que podría verse contaminada.
Las votaciones y la desmarcación de Ábalos
Dos días después de referirse en estos términos contra el Gobierno, el exministro dio los dos primeros golpes sobre la mesa al distanciarse de la disciplina de voto del que hasta hace escasos meses era su partido. En la votación sobre el reconocimiento de Edmundo González, Ábalos se abstuvo, al igual que en la votación de una reforma electoral propuesta por el PP.
Mientras que su expartido votó en contra de la iniciativa, Ábalos optó por abstenerse. Algo que también hizo este pasado martes en la votación de toma en consideración de una reforma electoral propuesta por el PP para que los independentistas no puedan presentarse con papeletas distintas en las europeas dependiendo de la comunidad autónoma.
La conexión de Ábalos con América Latina
El perfil de Ábalos que el PSOE sigue conservando en su página web dice que el que fue secretario de Organización del PSOE está especializado en el fortalecimiento institucional en América Latina y es experto en cooperación internacional. También ensalza su trabajo como consultor para diversas agendas de desarrollo y para entidades públicas y privadas latinoamericanas.
La conexión de Ábalos con Venezuela se hizo evidente en enero de 2020, cuando aún era ministro socialista y mantuvo un encuentro informal con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en el interior del avión en el que iba camino a Turquía pese a estar vetada por la Unión Europea, una polémica conocida como el 'Delcygate'.
La situación del Gobierno
Aunque Ábalos no está imputado por el caso Koldo, él mismo asegura que el Gobierno ha conseguido que se dé por hecho que lo está. Con todo, el juez que investiga la causa ha rechazado de momento su imputación al no haber suficientes indicios para elevar una exposición razonada al Tribunal Supremo, dado que Ábalos tiene la condición de aforado.
En cualquier caso, ya piensan en otros instrumentos para sortear el legislativo con el fin de agotar la legislatura. Ábalos, señalado en el caso Koldo, sigue siendo un dolor de cabeza para el Gobierno, que busca encontrar una salida a esta situación.
Deja una respuesta