La enzima que descubre el secreto detrás de la falta de olor corporal en la mayoría de los asiáticos

La enzima que descubre el secreto detrás de la falta de olor corporal en la mayoría de los asiáticos

Investigadores internacionales han descubierto la enzima responsable de la falta de olor corporal en la mayoría de los asiáticos. Este hallazgo revoluciona nuestra comprensión sobre la química corporal y abre nuevas oportunidades para el desarrollo de productos de cuidado personal más efectivos. Según el estudio, la enzima en cuestión, conocida como ABCC11, es responsable de la degradación de los compuestos que producen olor en la piel. Esta enzima es más común en personas de origen asiático, lo que explica por qué muchos de ellos no tienen un olor corporal fuerte.

Descubren el secreto detrás de la falta de olor corporal en la mayoría de los asiáticos

La mayoría de los asiáticos portan una mutación genética que les libra del olor corporal. Esta característica se debe a una disfunción en el gen ABCC11, que cumple un papel fundamental en la formación bioquímica del olor axilar en otros grupos humanos.

Según estudios, entre el 80 y el 85% de la población de ascendencia asiática posee esta mutación, lo que determina que su cuerpo no emita el mismo olor ácido característico que emite el de los de otras áreas del mundo.

El génesis del olor corporal

El olor corporal humano es principalmente el resultado de la actividad de las bacterias que habitan en nuestra piel sobre una serie de sustancias químicas que segregamos a través de las glándulas sudoríparas apocrinas, principalmente presentes en nuestras axilas y entrepierna.

En concreto, el gen ABCC11 codifica una proteína en estas glándulas que ayuda a las células a liberar partículas de lípidos (grasas) al sudor. Posteriormente, la flora (comunidad de microorganismos, muchos de ellos beneficiosos) presente en nuestra piel descompone esos lípidos.

En cambio, en las personas en las que dicho gen es disfuncional, los lípidos de las células no se mezclan con el sudor, y por eso no emiten el mismo olor corporal. Otro efecto que tiene la mutación es que los lípidos tampoco se mezclan de la misma manera con la cera de sus oídos, por lo que esta tiene una consistencia más seca.

Una característica distintivamente asiática

Como decíamos, hasta el 85% de las personas con ascendencia asiática porta la mutación; entre los de ascendencia europea o africana, el porcentaje se reduce a tan solo un 3%. Entre los nativos americanos la prevalencia de la mutación es también muy elevada, lo que resulta lógico dado que descienden de poblaciones que migraron desde el lejano oriente hace decenas de miles de años.

La razón de esta diferencia no está clara, pero podría deberse a una presión evolutiva en poblaciones primitivas que habría favorecido a personas con menor olor corporal (ya que habrían tenido más probabilidades de encontrar pareja y, por tanto, originar descendencia) que habría sido mucho más pronunciada entre los habitantes del este de Asia.

El olor corporal no es un problema de salud

Es importante recordar que el olor corporal no supone un problema de salud, siempre que no impacte en la vida social de las personas y no resulte anormal o excesivamente persistente. Cuando cumple con estas condiciones, las medidas y los productos básicos de higiene personal son suficientes para evitarlo; si por el contrario no logramos eliminarlo o supone un problema social o de autoestima, podemos consultar a profesionales de salud para determinar la causa y encontrar una solución apropiada.