En un giro inesperado en el caso de la joven Juana Canal, cuyo cuerpo descuartizado conmocionó a la opinión pública, el acusado de su asesinato ha declarado que no hubo crimen premeditado. Según su versión, se vio obligado a actuar en un estado de pánico cuando cometió el horrendo crimen. Esta nueva información ha generado un gran interés en la comunidad, ya que contradice las teorías previas sobre la planificación y ejecución del asesinato. A continuación, se analizarán los detalles de la declaración del asesino y se explorarán las implicaciones de esta nueva información en el caso.
El procesado de Juana Canal sostiene que la muerte fue accidental y no premeditada
Jesús Pradales, el acusado de asesinar a su entonces pareja Juana Canal, se ha reafirmado en el juicio en que la muerte de la víctima fue accidental al producirse después de que le diera un golpe con el brazo para evitar que ésta le siguiera golpeando en el transcurso de un episodio violento causado por el supuesto alcoholismo que padecía la fallecida.
Vestido de negro, el procesado ha llegado a la Audiencia Provincial de Madrid en un furgón de la Guardia Civil que le ha dejado en el acceso de entrada a la vista de los medios concentrados. Esposado y a pie, ha subido la rampa del parking y se ha introducido en la sede judicial.
La defensa califica el crimen de homicidio imprudente
La defensa del procesado califica el crimen de homicidio imprudente, delito que habría prescrito a los cinco años. La fiscal, por su parte, reclama una petición de quince años de cárcel por un delito de homicidio, al igual que la familia de la fallecida, que aprecia además una agravante de género.
La carga incriminatoria contra el procesado
La carga incriminatoria contra el procesado se basa en una prueba indiciaria y circunstancial al no existir, por ejemplo, una autopsia que determine la causa de la muerte o unas grabaciones que hayan captado al asesino en el momento del hecho delictivo.
La versión del procesado
Según el procesado, la noche del crimen, Juana se encontraba más violenta que otras veces y se inició una discusión sin ningún motivo en la habitación de uno de sus hijos. Se levantó y empezó a pegarme y a decirme que iba a llamar a la Policía, ha indicado.
Se metió con 600 euros en el baño y dijo que los iba a tirar por el wáter. Al salir, empezó otra vez a agredirme con los puños y a insultarme. La aparte con el brazo. Fue un empujón y escuché un golpe seco cuando cayó cerca de una mesilla. Me fui y al rato, al no escucharla volví. Es una imagen que no podré olvidar, ha recordado.
La reacción del procesado
El procesado ha reconocido que, después de matar a Juana, la descuartizó y enterró el cuerpo. ¡Van a pensar que he sido yo!, pensé. No hay otra y entré en pánico. Estaba acojonado. No sabía qué hacer. Lo primero que se me ocurrió fue sacar el cuerpo. Cogí a Juani y la llevé al descansillo del portal pero había una vecina, ha reconocido.
La defensa del presunto homicida de Juana Canal, Juan Luis Salgado, ha incidido en que si este señor sale suelto se estaría matando otra vez a Juana Canal, como ya se la mató cuando no se investigó su desaparición, como era debido, cuando ya se la mató en el transcurso de estos 19 años.
El juicio contra el presunto asesino de Juana Canal
El juicio contra el presunto asesino de Juana Canal ha iniciado en la Audiencia Provincial de Madrid. El tribunal tendrá que determinar si la muerte de la víctima fue accidental o si había intención de matarla.
Los restos óseos se hallaron el 18 de abril de 2019 en una finca en Navarredondilla (Ávila) pero la familia no conoció el hallazgo hasta octubre de 2022.
El caso de Juana Canal
El caso de Juana Canal es un caso emblemático de violencia de género en España. La víctima desapareció en febrero de 2003 y su cuerpo no fue encontrado hasta 19 años después.
El procesado, Jesús Pradales, tiene antecedentes por maltrato y ha sido detenido en varias ocasiones por delitos contra la seguridad del tráfico y otros.
La familia de la víctima y la fiscalía reclaman justicia para Juana Canal y esperan que el tribunal dictamine una sentencia justa.
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