La nueva realidad del consumo: disminuye la demanda de coches, los hogares adinerados ahorrarán más y los extranjeros ajustarán su gasto
En un contexto económico cada vez más incierto, se vislumbra un cambio significativo en los hábitos de consumo de los individuos y las familias. Según los últimos datos, la demandae de coches ha experimentado un descenso considerable, lo que puede ser un indicador de una nueva tendencia en la forma en que los consumidores están reaccionando a la incertidumbre económica. Además, se prevé que los hogares adinerados serán más cautos en sus gastos y ahorrarán más, mientras que los extranjeros también ajustarán su gasto en función de las nuevas circunstancias. En este artículo, exploraremos más a fondo esta nueva realidad del consumo y sus implicaciones en la economía en general.
La economía crece, pero los hogares gastan menos: ¿qué está detrás de este fenómeno?
La economía española crece a buen ritmo, según reflejan las estadísticas oficiales y corrobora el Banco de España, que prevé un crecimiento del PIB del 2,8% este año. Sin embargo, a pesar de esta coyuntura favorable, los hogares españoles gastan menos en términos reales que antes de la pandemia. El consumo, uno de los grandes motores de la economía española, se encuentra en una situación de debilidad.
Según los expertos del Banco de España, existen varios factores que contribuyen a esta situación. En primer lugar, las familias gastan menos en bienes duraderos, como automóviles, teléfonos y muebles. El descenso en el consumo de este tipo de productos explica prácticamente la totalidad de la brecha que separa el nivel de desembolso actual con el de 2019. El consumo de automóviles ha sido especialmente afectado, y explica casi la mitad de la diferencia respecto a 2019.
Otro factor clave es que los hogares de renta alta han recortado su gasto considerablemente. Mientras que el 25% de las familias con menos ingresos ya gasta lo mismo que en 2019, el 25% que más gana tiene un consumo real cuatro puntos inferior al de hace cinco años. Estas familias han aumentado su tasa de ahorro considerablemente, lo que se traduce en una reducción del consumo.
Por otro lado, las familias encabezadas por personas de nacionalidad extranjera o doble nacionalidad han reducido su gasto considerablemente. La brecha en el consumo real entre estas familias y las españolas es de cinco puntos. La llegada masiva de trabajadores migrantes en los últimos años ha dado más peso demográfico a este colectivo, lo que amplifica esta tendencia.
Solo los hogares jubilados han incrementado su consumo respecto a la referencia de 2019. Estos hogares, constituidos fundamentalmente por personas jubiladas, han visto garantizada su renta íntegramente durante la crisis inflacionaria. En el resto de hogares formados por personas en edad laboral, el descenso en el consumo real se repite en todas las cohortes.
Deja una respuesta