El innovador robot Ozmo, pionero en limpieza de cristales de edificios de gran altura, sorprende con su habilidad autónoma
En el campo de la tecnología y la innovación, siempre hay espacio para sorpresas y avances revolucionarios. Uno de ellos es el robot Ozmo, un verdadero pionero en la limpieza de cristales de edificios de gran altura. Esta máquina revolucionaria ha logrado sorprender a expertos y particulares por igual con su habilidad autónoma, capaz de realizar tareas de limpieza con una precisión y eficiencia sin precedentes. Con su capacidad para escalar y recorrer fachadas de edificios de gran altura con facilidad, el robot Ozmo abre las puertas a un futuro más seguro y eficiente en la industria de la limpieza y el mantenimiento de edificios.
Ozmo, el robot que revoluciona la limpieza de ventanales en edificios de gran altura
En un edificio de Nueva York, la robótica da un gran salto adelante, quitando responsabilidad y librando a las personas de trabajos peligrosos. Esto se debe a la instalación de un robot capaz de limpiar los ventanales de los edificios tres veces más rápido que los humanos. Si tenemos en cuenta que hay 45 pisos y lo hace sin esfuerzo, quizás sea algo a valorar seriamente.
Así es Ozmo, el robot desarrollado por Skyline Robotics que libra del peligro a los empleados. Tras años de pruebas, su llegada al edificio de 1133 Avenue of the Americas, en Nueva York, marca el inicio de su expansión global. Todavía no es del todo autónomo, ya que son los operarios quienes lo controlan manteniéndose a salvo en el techo del edificio.
La tecnología detrás de Ozmo
El robot está formado por una plataforma que se desplaza recorriendo la fachada junto con unos brazos robóticos, que son los que se encargan de la limpieza. Estos poseen un cabezal de cepillo y agua, y pertenecen a la empresa Kuka. No es la única empresa asociada a este proyecto, ya que la conocida marca Kärcher (limpiadores y herramientas) también lo es.
Pese a que sea un robot, esta tarea resulta compleja debido a la altura, condiciones como el fuerte viento y cualquier movimiento brusco del propio Ozmo, el cual puede causar algún desperfecto en los cristales. Para poder afrontar todo esto, incorpora varios sensores que le aportan información sobre dichos aspectos.
Es decir, emplea sensores de fuerza para saber la fragilidad del cristal y ejercer solo la necesaria, también los sensores Lidar le indican su posicionamiento y localización. Además, sus algoritmos de IA le ayudan y aseguran su estabilidad en condiciones ambientales complejas como cuando hay fuerte viento.
El futuro de la limpieza
Esto solo refuerza la idea de que en el futuro la tecnología robótica podrá realizar cualquier cosa. La llegada de Ozmo marca el comienzo de una nueva era en la limpieza de ventanales en edificios de gran altura, donde la seguridad y la eficiencia serán los pilares fundamentales.
Con Ozmo, los empleados podrán librarse de trabajos peligrosos y centrarse en tareas más seguras y productivas. El futuro de la limpieza ya está aquí, y su nombre es Ozmo.
Deja una respuesta