La enfermedad del hígado graso, también conocida como hepatopatía no alcohólica, es un trastorno que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado, lo que puede llevar a problemas graves de salud si no se trata a tiempo. Sin embargo, la buena noticia es que esta enfermedad puede ser revertida mediante cambios en la alimentación y el estilo de vida. En este artículo, exploraremos las modificaciones nutricionales y de estilo de vida clave que pueden ayudar a mejorar la salud del hígado y revertir esta condición. ¡Descubre cómo puedes tomar el control de tu salud y regresar a una vida más saludable!
Regresa a la salud: estrategias para combatir la enfermedad del hígado graso sin cirugía
La enfermedad del hígado graso, también conocida como esteatosis hepática, es una epidemia silenciosa en España que afecta a un 25% de la población. Se espera que crezca en los próximos años a un ritmo tan preocupante que la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH) ha advertido de que eventualmente no habrá órganos para todos.
Consecuencias graves pero reversible
Aunque puede tener consecuencias graves como el desarrollo de fibrosis o hasta cirrosis, no causa síntomas, lo que hace que sea difícil de diagnosticar. Sin embargo, se puede revertir en un grado muy alto mediante cambios en la dieta y en el estilo de vida.
Tipo de enfermedad del hígado graso
Existen dos tipos de enfermedad del hígado graso en función de su causa subyacente: la alcohólica y la no alcohólica. El origen de la enfermedad va a determinar el camino para acabar con ella.
Cese del consumo de alcohol
Las personas que padezcan hígado graso alcohólico deberán abandonar principalmente el consumo de alcohol. En cambio, si el motivo no es el consumo excesivo de alcohol, se recomienda perder entre el 3 y el 5% del peso corporal, lo que puede ayudar a reducir la cantidad de grasa en el hígado y la inflamación.
Cambios en la dieta
Entre los cambios en la dieta que pueden ayudar a revertir la enfermedad del hígado graso se encuentran:
Limitar la ingesta diaria de grasa a un límite recomendado
Evitar el consumo de grasas dañinas (como las saturadas o las transaturadas) y optar por grasas insaturadas (como los ácidos omega-3, el aguacate, los frutos secos o el aceite de oliva virgen extra)
* Evitar el consumo excesivo de carbohidratos y azúcares
Es importante lograr que la pérdida de peso sea gradual, ya que si es muy súbita puede empeorar la esteatosis hepática. Por ello, también es importante contar con supervisión médica durante este proceso.
Ejercicio físico contra la esteatosis hepática
La actividad física puede ayudar a lograr una reducción de la inflamación del hígado. Tanto el ejercicio aeróbico como el entrenamiento de fuerza pueden ayudar a reducir la enfermedad del hígado graso. Un régimen de ejercicio moderado (entre 20 y 60 minutos de cuatro a siete días cada semana o más de 200 minutos a la semana en total) podría reducir la cantidad de grasa en el hígado, un efecto que se incrementa aún más cuando se combina con cambios en la dieta.
Combinación de cambios en la dieta y ejercicio físico
Existen evidencias de que una combinación de cambios en la dieta y un régimen adecuado de actividad física serían suficientes para lograr la remisión de la esteatosis hepática en más de un 60% de los casos.
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