En un escándalo que conmueve la conciencia médica, una pediatra denuncia haber sufrido episodios racistas aberrantes en su lugar de trabajo. La profesional de la salud, que ha decidido mantener su identidad en el anonimato, relata haber sido víctima de insultos y desprecio por parte de algunos de sus colegas y superiores. Algunas de las frases que le fueron dirigidas son verdaderamente impactantes, como esa negra ni es médico ni nada, un ejemplo más de la intolerancia y discriminación que aún sigue presente en sectores de nuestra sociedad. Esta noche oscura para la medicina obliga a reflexionar sobre la importancia de la diversidad y la inclusión en el ámbito laboral y a tomar medidas efectivas para erradicar el racismo en todos sus niveles.
Racismo en el quirófano: Pediatra denuncia episodios intolerables en su trabajo
La pediatra Ana ha compartido su experiencia en el programa Espejo Público, donde ha denunciado los episodios de racismo que ha vivido en su trabajo en el hospital de San Juan, en Alicante.
Comentarios racistas en el trabajo
Me han llegado a decir, a mitad de una conversación, si hablo español cuando es lo que he estado hablando los últimos diez minutos, ha destacado la doctora Ana. Estos comentarios, aunque algunos pueden parecer inocentes, son solo una muestra del racismo que Ana ha enfrentado en su trabajo.
Discriminación por el color de la piel
En una ocasión, unos padres no querían que Ana atendiera a su bebé en el hospital debido al color de su piel. Dijeron: 'Esa negra ni es médico ni es nada', ha recordado Ana. Lo más impactante es que estos pacientes eran de origen rumano y tenían una piel más oscura que la de la doctora.
Clasismo y racismo
Ana percibe que la actitud de la gente cambia cuando la ven con la bata de médico en comparación con cuando la ven por la calle. Esto se debe al clasismo de la sociedad, que sigue viendo a los médicos como figuras de autoridad y respeto.
Una experiencia familiar
Ana ha destacado que su padre, también médico, enfrentó episodios similares de racismo cuando comenzó a ejercer su profesión. Mi padre es negro y mi madre es blanca. En los años 70 era otra época, ha recordado Ana.
La importancia de la vigilancia
Ana ha explicado que, aunque estos episodios no sean lo más común en su trabajo, es importante tener cuidado. Es como un cáncer, aunque solo comience afectando a algunas células, hay que vigilarlas para que el resto del cuerpo no se vea 'contaminado', ha señalado.
La experiencia de Ana es un recordatorio de que el racismo sigue siendo un problema en nuestra sociedad, y que debemos seguir luchando contra él en todos los ámbitos, incluyendo el mundo de la medicina.
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