- Investigadores españoles desarrollan una innovadora variedad de lechuga con propiedades que mejoran la memoria y el aprendizaje
- Invención revolucionaria: Lechuga española con propiedades que mejoran la memoria y el aprendizaje
- Un innovador método para producir lechuga con alto contenido de betacaroteno
- El proceso de producción de betacaroteno en lechuga
- Impacto en la salud
Investigadores españoles desarrollan una innovadora variedad de lechuga con propiedades que mejoran la memoria y el aprendizaje
En un avance científico que revoluciona el campo de la alimentación y la salud, un equipo de investigadores españoles ha desarrollado una nueva variedad de lechuga que posee propiedades destacadas para mejorar la memoria y el aprendizaje. Esta innovadora hortaliza, fruto de años de investigación y experimentación, contiene compuestos bioactivos que estimulan el crecimiento neuronal y mejoran la función cerebral, lo que la convierte en una herramienta potencial para el tratamiento de trastornos neurológicos y la mejora de la función cognitiva.
Invención revolucionaria: Lechuga española con propiedades que mejoran la memoria y el aprendizaje
Los superalimentos no existen, o al menos eso creíamos. Sin embargo, investigadores españoles podrían haber creado a partir de una lechuga común una super lechuga que multiplica hasta 30 veces los niveles de betacaroteno en las hojas sin afectar negativamente a otros procesos vitales como la fotosíntesis.
El betacaroteno es uno de los principales carotenoides, pigmentos que se encuentran de forma natural en las plantas y otros organismos fotosintéticos, y que benefician la salud, con propiedades antioxidantes, inmunoestimulantes y potenciadoras de la cognición; además, es el principal precursor de los retinoides, compuestos químicos como la vitamina A con funciones corporales esenciales (visión, proliferación y diferenciación celular, sistema inmunitario.).
Un innovador método para producir lechuga con alto contenido de betacaroteno
La investigación, realizada por un grupo del Instituto de Investigación en Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica de Valencia (UPV), ha desarrollado un innovador método, mediante técnicas biotecnológicas y tratamientos con alta intensidad lumínica.
Utilizando plantas de tabaco (Nicotiana benthamiana) como modelo de laboratorio y lechuga (Lactuca sativa) como modelo de cultivo, el equipo liderado por Manuel Rodríguez Concepción, investigador del CSIC en el IBMCP, han observado que el betacaroteno se puede producir y almacenar en niveles muy elevados y de forma más bioaccesible fuera de los lugares donde habitualmente se encuentra en las hojas.
Este avance supone un avance muy significativo para mejorar la nutrición mediante la biofortificación de verduras como la lechuga, la acelga o las espinacas, sin renunciar a su aroma y sabor característicos, según los investigadores.
El proceso de producción de betacaroteno en lechuga
Las hojas necesitan carotenoides como el betacaroteno en los complejos fotosintéticos de los cloroplastos para su correcto funcionamiento. Cuando se produce demasiado o demasiado poco betacaroteno en los cloroplastos, estos dejan de funcionar y las hojas acaban muriendo.
Nuestro trabajo ha conseguido producir y acumular betacaroteno en compartimentos celulares donde normalmente no se encuentra combinando técnicas biotecnológicas y tratamientos con alta intensidad lumínica, explica el investigador del CSIC.
Según los resultados, que se publican en Plant Journal, se ha conseguido almacenar altos niveles de betacaroteno en plastoglóbulos, y en el interior de los cloroplastos están presentes de forma natural vesículas de almacenamiento de grasa. Estas vesículas no participan en la fotosíntesis y no suelen acumular carotenoides.
La acumulación masiva de betacaroteno también proporcionó a las hojas de lechuga un color dorado característico.
Impacto en la salud
El estudio demuestra también que la síntesis de betacaroteno en plastoglóbulos se puede combinar con su producción fuera de los cloroplastos mediante aproximaciones biotecnológicas. En este caso, según explica el coautor Pablo Pérez Colao, el betacaroteno se acumula en vesículas similares a los plastoglóbulos pero localizadas en el citoplasma, la sustancia acuosa que rodea los orgánulos y el núcleo de las células.
Este avance puede tener un impacto significativo en la salud, ya que el betacaroteno es un compuesto que beneficia la cognición y la memoria, y su consumo puede ayudar a prevenir enfermedades como la demencia.
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