La escasez de viviendas en once comunidades autónomas supera la capacidad de absorción, con más de la mitad de la demanda sin cubrir
La crítica situación habitacional en España ha alcanzado un punto crítico en once comunidades autónomas, donde la escasez de viviendas supera con creces la capacidad de absorción. Según los últimos datos, más de la mitad de la demanda de viviendas no se cubre, lo que supone un desafío importante para los gobiernos regionales y locales. Esta situación tiene graves consecuencias en la calidad de vida de los ciudadanos, especialmente en aquellos que buscan acceder a una vivienda digna y asequible. En este sentido, es urgente abordar esta problemática mediante soluciones efectivas y políticas habitacionales que garanticen el acceso a una vivienda para todos.
Escasez de viviendas en once comunidades autónomas supera la capacidad de absorción
La escasez de viviendas en España se ha convertido en un problema creciente que amenaza con afectar el crecimiento económico del país. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en once comunidades autónomas, la vivienda terminada no puede cubrir ni siquiera la mitad de la demanda existente.
Entre las comunidades autónomas más afectadas se encuentran la Comunidad Valenciana y Cataluña, donde las promociones de obra nueva disponible para la venta apenas alcanzan una cifra equivalente al 20% de los hogares que se crean en un año. En Canarias, el porcentaje supera ligeramente ese 20%, mientras que en Murcia y Galicia ronda el 30%.
El problema no se limita a las zonas de costa, donde la actividad turística y la inversión extranjera son clave en el funcionamiento del mercado inmobiliario. En Madrid, los inmuebles terminados no llegan a dar respuesta ni al 40% de la demanda, mientras que en Aragón y Andalucía, ese mismo porcentaje logra cubrirse a duras penas.
Los datos también revelan que en Castilla-La Mancha, Baleares y País Vasco, la oferta de viviendas supera el nivel de demanda, aunque tampoco sirve para satisfacer la mitad de la demanda existente.
Un problema que se agrava
Según CaixaBank Research, las tensiones en el mercado inmobiliario se agudizarán de aquí a finales de la presente década. Primero, porque se prevé que se creen 330.000 nuevos hogares por año de aquí a 2028, cuando antes esa estimación se limitaba al entorno de los 215.000.
En segundo lugar, porque el tamaño medio de los hogares que irán creándose será cada vez menor, al pasar de un promedio de 2,5 personas por hogar el pasado ejercicio a 2,3 personas de media en 2029. La combinación de hogares más pequeños y una población creciente implica mayores necesidades de vivienda, advierten.
Limitaciones en la oferta
Las necesidades de vivienda se topan con varios factores que limitan la oferta, como los costes de la construcción, que se han estabilizado pero permanecen en niveles elevados; el problema de mano de obra por la falta de profesionales formados y de relevo generacional; y la persistencia del problema de suelo.
La Ley del Suelo, clave para reducir los cuellos de botella actuales en la oferta de inmuebles, está pendiente de tramitación en la Cámara Baja. La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, ha hecho un llamamiento a los grupos para dar un impulso al texto y que pueda aprobarse en este periodo de sesiones.
Impacto en la economía
Las rigideces en el mercado inmobiliario empiezan a trasladarse también a otros ámbitos de la economía. Aunque existen oportunidades laborales, la falta de opciones de vivienda accesible está frenando el crecimiento empresarial y dificultando el desarrollo de nuevos proyectos emprendedores, advierten desde el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Castellón (CEEI Castellón).
El desequilibrio entre la oferta de empleo y la vivienda está afectando negativamente al desarrollo económico, añaden, en un diagnóstico compartido cada vez más por patronales y sindicatos a lo largo y ancho del país.
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