En la actualidad, el precio de la vivienda se ha convertido en un tema de gran preocupación para la sociedad. Niño Becerra, experto en economía y política, alerta sobre las graves implicaciones que este fenómeno tendrá en las generaciones futuras. En esta entrevista, Becerra nos ofrece una visión crítica sobre el mercado inmobiliario y sus consecuencias en la economía familiar, la estabilidad social y el futuro de las próximas generaciones. ¿Qué nos reserva el futuro en cuanto a la vivienda? ¿Cuáles son las causas y consecuencias de este problema? En las siguientes líneas, Becerra nos ofrece una visión profunda y reflexiva sobre este tema que nos afecta a todos.
La crisis de la vivienda: un futuro incierto para las generaciones futuras, según Santiago Niño Becerra
La situación de la vivienda en España ha sido un tema de conversación constante en los últimos meses. Muchos ven prácticamente imposible no solo convertirse en propietarios de una vivienda, sino también afrontar un alquiler, lo que deriva en que una parte de la población tiene que buscar alternativas como compartir piso o incluso renunciar a independizarse.
Según expertos como Gonzalo Bernardos y Santiago Niño Becerra, la situación no parece que vaya a mejorar. Niño Becerra, economista y persona conocida por sus comentarios en los medios de comunicación nacionales y en las redes sociales, ha lanzado una reflexión acerca de la vivienda y su situación actual.
Los tres elementos esenciales de la vida humana
Niño Becerra define la alimentación, el vestido y la vivienda como esenciales por dos sencillas razones: Su carácter básico y que los humanos tratarán de obtenerlos 'como sea'.
Para hablar de estos tres elementos, dice que hay que superar la fase de 'deseo de los bienes duraderos con la última tecnología', como pueden ser las televisiones, los coches o las neveras.
Un escenario de rentas estancadas
Según Niño Becerra, en la actualidad, las rentas de las personas se han estancado. La afectación de esta situación de estancamiento no es la misma en la alimentación y la ropa que en la vivienda. El acceso a la alimentación ha sido facilitado en gran medida con la extensión de las marcas blancas y -el acceso- al vestido por la completa disponibilidad de marcas lowcost y ultralowcost, asegura.
Por el contrario, lo que ocurre con el negocio de la vivienda es que este se basa en la escasez, tras el retroceso, en mayor o menor medida, de los Estados en el suministro de este elemento básico, lo que ha derivado en que el hecho de que alguien tenga que destinar el 40% de sus ingresos, o más para la compra de un piso se haya convertido en un negocio económico.
La construcción no compensa a la iniciativa privada
La construcción de viviendas, por su largo periodo de elaboración y las garantías exigidas, no compensa de la misma manera a la iniciativa privada. Hay determinadas casas que sí les compensará, poniendo de ejemplo aquellas de muy elevado precio destinadas a rentas muy específicas, pero las construcciones de estas casas no son las comunes.
Dos opciones para mejorar la situación
Teniendo esta tesitura en frente, Niño Becerra propone dos opciones de cara a mejorar y cambiar esta situación en el futuro: O se descubre un proceso para automatizar la construcción de viviendas 'perfectas' con costes bajísimos y en tiempos mínimos, por lo que la iniciativa privada se interesará, o los Estados se involucran abiertamente en el tema construyendo con dinero público las viviendas que sean necesarias.
La alternativa es o será la vuelta al barraquismo y al hacinamiento, concluye Niño Becerra.
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