El aumento en la factura eléctrica hace que el precio de la luz suba un salto y afecte a consumidores y comercializadoras de manera significativa

El aumento en la factura eléctrica hace que el precio de la luz suba un salto y afecte a consumidores y comercializadoras de manera significativa

En los últimos días, el mercado energético ha experimentado un cambio drástico que ha generado gran inquietud entre los consumidores y las comercializadoras de electricidad. El aumento en la factura eléctrica ha provocado que el precio de la luz experimente un salto significativo, afectando de manera importante a todos los involucrados en la cadena de suministro. Los consumidores finales deberán hacer frente a un aumento en sus facturas mensuales, lo que puede generar un impacto económico negativo en las familias y las pequeñas y medianas empresas. Por otro lado, las comercializadoras de electricidad también se verán afectadas, ya que deberán absorber los costos adicionales y buscar formas de mantener su competitividad en el mercado.

La factura eléctrica se dispara: costos de ajuste aumentan y afectan a los recibos de los consumidores

Los ajustes de la factura disparan el precio final de la luz y golpean a consumidores y comercializadoras. En los últimos 12 meses, el coste por restricciones técnicas se ha descontrolado hasta los 2.513 millones de euros, lo que supone un coste medio de 11 euros por megavatio hora (MWh) sobre la demanda.

Un informe elaborado por EY recoge, en base a datos de la plataforma Esios de Red Eléctrica de España (REE), el coste de los servicios de ajuste mes (ver gráfico). Actualmente, suponen alrededor del 27% del precio final de la energía.

Un cambio estructural en la generación eléctrica

En opinión de las fuentes consultadas, esta situación responde a un cambio estructural asociado a la transformación en el 'mix' de generación eléctrico en España, dominado por las renovables. Las mismas fuentes subrayan que la intermitencia inherente a la producción renovable, sumada a la diversificación de sus ubicaciones y las restricciones propias de la red eléctrica, conlleva un aumento en los costes de los servicios de ajuste necesarios para asegurar la estabilidad de la red eléctrica.

Impacto en los consumidores y comercializadoras

Tras el cierre del 'pool', los costes de los mercados de ajuste se distribuyen de manera equitativa entre todos los consumidores, basándose en el volumen de energía que cada uno consume. En este sentido, si las comercializadoras carecen de medios efectivos para protegerse de estos costes, acabarán trasladando la inestabilidad a los consumidores y se verán obligadas a incorporar una prima de riesgo tan elevada que neutralice la ventaja del bajo coste de la energía renovable en España.

El director de Regulación e Innovación de Feníe Energía, Javier Bescós, afirma que en la tarifa regulada o en las indexadas de mercado libre, el consumidor paga el coste mensual de las restricciones porque la fórmula con la que se calcula el precio horario incluye ese coste hora a hora. Por su parte, en las ofertas de precio fijo el comercializador estima el coste que las restricciones van a tener durante los próximos 12 meses y las incluye en el precio de sus ofertas eléctricas.

Solución: ampliación de las redes eléctricas y almacenamiento

Fuentes del sector apuntan que es curioso que sean necesarias más redes eléctricas cuando el consumo anual de electricidad está disminuyendo. Manifiestan que esto se debe en gran medida al cambio en la forma de generar energía. Antes la electricidad se producía en unas pocas centrales que podían asegurar y regularla que en cada momento que necesitaba el consumidor. Sin embargo, ahora se genera en miles de plantas distribuidas por toda España y que dependen de la meteorología para poder producir.

En este sentido, un aumento de la red eléctrica evitaría tener que arrancar la central y reduciría los costes de ajuste. Otro caso muy típico por el que suben estos costes es cuando hay energía renovable suficiente en la zona pero se tiene que arrancar alguna central térmica para poder responder ante fluctuaciones o picos por un aumento de consumo que no puedan atender las plantas renovables por depender de la meteorología. En este caso, más que ampliar las redes eléctricas, lo que sería necesario es aumentar las baterías y el almacenamiento en esa zona.

Las fuentes abogan por que se realice tanto un análisis técnico como otro análisis de rentabilidad que compare el coste de mejorar la red o incluir almacenamiento con el potencial ahorro en los costes de ajuste en este nuevo escenario. De esta manera, se podrá justificar una mayor inversión en las redes y avanzar más rápidamente hacia la descarbonización, evitando al mismo tiempo la asunción de costes fijos a largo plazo por un sobredimensionamiento innecesario.