- Descubre el secreto de Madrid: un palacio barroco escondido a solo media hora de la capital que abre sus puertas a visitantes curiosos
- Un tesoro a media hora de Madrid: descubre el palacio barroco menos conocido de la región, lleno de historia y belleza arquitectónica
- El Palacio del Infante Don Luis, un Monumento Nacional
- Un opulento palacio en Boadilla
- De la sobriedad del exterior al lujo del interior
- Un palacio con historia y arte
- Cómo llegar al Palacio del Infante Don Luis
Descubre el secreto de Madrid: un palacio barroco escondido a solo media hora de la capital que abre sus puertas a visitantes curiosos
¿Sabías que a solo media hora de la bulliciosa capital española se esconde un tesoro arquitectónico de gran valor histórico y belleza? Prepárate para descubrir el palacio barroco mejor guardado de la región, un lugar donde la historia y la arquitectura se fusionan para ofrecer una experiencia única a los visitantes. Este emblemático palacio barroco, hasta ahora reserva de pocos, abre ahora sus puertas a todos aquellos que estén dispuestos a descubrir el Madrid oculto. ¿Quieres saber más sobre este secreto de Madrid? ¡Sigue leyendo!
Un tesoro a media hora de Madrid: descubre el palacio barroco menos conocido de la región, lleno de historia y belleza arquitectónica
La ciudad de Madrid atesora un patrimonio arquitectónico excepcional, un conjunto urbano ecléctico que nos invita a hacer un viaje a través de diferentes épocas y estilos. Pero si nos alejamos un poco de la capital de España, a penas unos minutos en coche podemos encontrar auténticos tesoros que suelen pasar desapercibidos entre los residentes y turistas.
El Palacio del Infante Don Luis, un Monumento Nacional
Un ejemplo perfecto es el Palacio del Infante Don Luis, declarado Monumento Nacional en 1974. Este imponente edificio en el municipio de Boadilla del Monte es uno de los que mejor representa el tardo-barroco español y, junto a sus preciosos jardines, está abierto a las visitas.
Un opulento palacio en Boadilla
En 1761, el infante Don Luis de Borbón, hijo del rey Felipe V, compró el Señorío de Boadilla. Así, transformó por completo el que antes era el Palacio de las Dos Torres, residencia del marquesado de Mirabal, y a manos del famoso arquitecto Ventura Rodríguez se levantó el impresionante palacio que vemos a día de hoy.
La intención del infante en un primer momento fue utilizar el edificio para guardar su colección de arte y como pabellón de caza, finalmente residió en él entre los años 1765 y 1776. Por sus estancias desfilaron grandes figuras de la cultura de la época, músicos, escultores, pintores o arquitectos de la talla Luigi Boccherini, Francisco de Goya y Manfredi, señalan desde la web del palacio.
De la sobriedad del exterior al lujo del interior
El Palacio del Infante Don Luis es una importante representación del tardo-barroco en España, explican. Sobre las cubiertas veremos dos torreones que imitan la disposición del antiguo Palacio de las Dos Torres. Por su parte, las dos fachadas presentan portadas neoclásicas con columnas toscanas y escudos de armas del rey Felipe V. A ello se suma un balcón con columnas jónicas en la puerta principal.
Pero nada tiene que ver esa sobriedad del exterior con la opulencia del interior. Lo más destacable es la capilla, con clara influencia de la arquitectura barroca de la Roma del siglo XVII, detallan. Por otro lado, están las antiguas dependencias privadas del Infante y la zona donde vivía la condesa de Chichón cuando visitaba Boadilla.
Un palacio con historia y arte
En la planta de arriba del palacio se situaban las habitaciones de servicio, mientras que en el semisótano estaba la cocina, decorada con escenas de El Quijote hechas en cerámica policromada, y el salón de historia, con acceso a los jardines, otra de las joyas del complejo arquitectónico. Estos se dividen en tres áreas: el nivel inferior, que fueron las antiguas huertas, y las dos terrazas superiores.
Cómo llegar al Palacio del Infante Don Luis
El trayecto en coche desde la ciudad de Madrid hasta el Palacio del Infante Don Luis es de solo 30 minutos en coche por la A-5. ¡No te pierdas la oportunidad de descubrir este tesoro arquitectónico escondido a solo media hora de la capital!
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