La pareja del otro acusado en el caso Pélicot afirma haber experimentado mareos y ausencias durante varios meses
En un nuevo giro en el caso Pélicot, la pareja del otro acusado ha hecho una reveladora declaración que ha generado gran interés en la opinión pública. Según sus palabras, ha experimentado mareos y ausencias durante varios meses, lo que ha llevado a la especulación sobre una posible relación entre estos síntomas y los eventos que rodean el caso. Esta nueva información ha generado un gran revuelo en el entorno judicial y ha llevado a los investigadores a replantearse las circunstancias del caso. A continuación, se analizarán las implicaciones de esta declaración y se explorarán las posibles consecuencias que tendrá en el desarrollo del caso.
Mareos y ausencias: expareja de acusado en caso Pélicot describe su experiencia víctima de violencia sexual
El caso Pélicot no tiene fin. Tampoco las truculentas historias de violencia sexual que salen a la palestra cada vez que uno de los acusados se sienta ante el juez del Tribunal de los Criminal de Vaucluse (Aviñón).
En la vista de este lunes, la expareja de H.M., uno de los encausados por violación agravada, ha asegurado que cuando descubrió que su ex estaba detenido pensó en que había sentido mareos y ausencias durante meses.
Durante su declaración, la mujer ha detallado que pensaba que tenía una vida pacífica y plena, pero que cuando todo salió a la luz se quedó aturdida y conmocionada. La mujer sospechó de haber sido víctima de su propio novio, por lo que fue sometida a exámenes médicos y pruebas de pelo, que determinan si fue víctima de sumisión química, pero resultaron negativas.
Se hicieron dos años después de los síntomas. Siempre dudaré, ha aseverado ante el magistrado Roger Arata, a la vez que ha asegurado que hasta que salió el caso a la luz su ex era un hombre carismático y gentil con quien tenía un gran vínculo.
La pareja del otro acusado en el caso Pélicot relata sentirse aturdida y conmocionada después de descubrir la verdad
La mujer, además, ha dejado claro ante el tribunal que para ella es totalmente factible que su expareja participara de las prácticas contra Gisèle Pélicot, que sufrió cientos de violaciones durante una década, y también que no comprenden esos impulsos. H.M. era tranquilo e inteligente. pero viví una vida de mentira, ha espetado.
De comprobarse de alguna manera que este hombre hacía con su pareja lo mismo que Dominique Pélicot con Giséle, sería el segundo acusado de los 50 que se sientan estos días ante el juez que se habría convertido en discípulo del conocido como Monstruo de Mazan.
Otras testigos han hablado de los hombres que participaban de los cientos de violaciones a Gisèle, Muchas de ellas los han defendido. Lo engañaron, mi marido no está acostumbrado a hacer eso, se quedó atrapado, ha señalado la mujer de H.D., otro de los coacusados, que lleva 17 años casada con él.
Un juego de roles ha sido la excusa utilizada por algunas de las testigos para defender a sus parejas, sin embargo, los expertos psicólogos han presentado perfiles de los encausados que muestran una tendencia a la violencia y la agresividad.
Un acusado pide perdón
A.T., un trabajador agrícola con un largo historial de alcoholemia, ha reconocido su participación en las violaciones y ha pedido perdón a Gisèle y su familia.
No tenía conocimiento de que ella estuviera drogada, ha dicho. Él acudió a la casa familiar de Mazan el 31 de diciembre de 2018 después de ver un anuncio en la web de contactos coco.fr, ya cerrada.
Me di cuenta de que estaba dormida cuando inicié el acto sexual, pero era demasiado tarde, relata, y reconoce que, pese a no ser supuestamente consciente de los actos, es una violación.
Pélicot, el principal acusado, se ha vuelto a subir al estrado para detallar cómo daba instrucciones a los hombres con los que contactaba y a los que permitía violar a su mujer. Les hacía susurrar para que entendieran que no podían ir allí con violencia, ha especificado.
Pélicot, que también intentó violar a una joven en los años 90 y que está siendo investigado por el asesinato de otra, se dedicó durante una década a drogar con fuertes ansiolíticos a su esposa y ofrecerla a decenas de agresores mientras lo grababa. La mujer sufrió más de 285 agresiones sexuales al año entre 2011 y 2020, la mayoría de su propio marido.
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