En un movimiento estratégico para reforzar la confianza y estrechar lazos con sus socios clave, el Ejecutivo ha dado un paso importante hacia adelante al aprobar un proyecto de ley que busca fortalecer el control sobre la Agencia de Inteligencia Exterior (CNI). Esta iniciativa tiene como objetivo garantizar la transparencia y accountability en la gestión de la inteligencia exterior, lo que permitirá una mayor coordinación y cooperación con los países aliados. El proyecto de ley, que ya ha sido aprobado por el Gobierno, busca sentar las bases para una mayor estabilidad y seguridad en la región, y se espera que tenga un impacto positivo en la seguridad nacional y en la estabilidad global.
Gobierno intenta reforzar alianza con socios y aprueba proyecto de ley para controlar CNI
El Gobierno ha dado un paso importante para reforzar su relación con sus socios tras varias semanas de tensiones parlamentarias que han sacudido la frágil mayoría en la que se apoya. Este martes, el Congreso aprobó la toma en consideración de una proposición de ley del PNV para incrementar los controles parlamentarios y judiciales a la actividad del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
La proposición de ley, que contó con los votos a favor del PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu y Podemos, establece que sean tres jueces —y no solo uno, como hasta ahora— quienes deban autorizar por unanimidad una solicitud para espiar las comunicaciones de un ciudadano sospechoso. Además, obligaría al CNI a presentar un balance ante la justicia tras cada escucha que realice.
La norma también establecería el deber de que los servicios de inteligencia detallaran a los jueces las características concretas de los pinchazos telefónicos. Asimismo, la iniciativa plantea que la comisión de gastos reservados del Congreso —más conocida como de secretos oficiales— tendría derecho a conocer qué medios se utilizan en las operaciones de espionaje realizadas por los servicios de inteligencia.
Un cambio de posición significativo
La aprobación de la proposición de ley es significativa después de varias semanas de encontronazos parlamentarios con sus socios. El PNV ha sido uno de los pocos partidos con los que el Gobierno no ha experimentado grandes problemas. El Ejecutivo quiere, precisamente, evitar a toda costa que esa relación con los nacionalistas vascos se agrie.
Fuentes de Sumar se mostraban sorprendidas este martes por el cambio de posición del PSOE, que fue clave para que la proposición de ley saliera adelante en el Congreso. El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, argumentó que los tiempos avanzan a tal velocidad que dejan obsoletas las normativas que teníamos antes y que servían.
La diputada socialista Isaura Leal justificó el voto a favor de su grupo argumentando que la reforma serviría para adaptar la actual legislación al entorno geoestratégico y tecnológico actual.
Un paso hacia la transparencia
La proposición de ley del PNV supone un paso importante hacia la transparencia y el control de la actividad del CNI. La norma establecería que la propuesta del director del CNI debería ser hecha por el presidente y no por el ministro de Defensa, como ocurre hasta ahora.
El cambio de posición del PSOE y la aprobación de la proposición de ley pueden ser un signo de que el Gobierno está dispuesto a trabajar con sus socios para fortalecer la democracia y la transparencia en España.
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