Indicios revelan que la próxima Edad de Hielo podría traer patrones climáticos más extremos y peligrosos para la humanidad

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Indicios revelan que la próxima Edad de Hielo podría traer patrones climáticos más extremos y peligrosos para la humanidad

La comunidad científica ha emitido una alerta preocupante sobre el futuro climático del planeta. Según nuevos estudios, la próxima Edad de Hielo que se avecina podría traer consigo patrones climáticos más extremos y peligrosos para la humanidad. Estos cambios climáticos podrían tener un impacto devastador en la seguridad alimentaria, la salud pública y la economía global. Los expertos advierten que es urgente tomar medidas para mitigar los efectos del cambio climático y prepararnos para enfrentar los desafíos que se avecinan. En este sentido, es fundamental que los gobiernos y la sociedad civil trabajen unidos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y desarrollar estrategias de adaptación para minimizar el riesgo.

La Antártida se derrite: ¿un futuro de patrones climáticos más extremos y frecuentes para la humanidad?

En un planeta que se calienta, los futuros fenómenos de El Niño podrían ser más frecuentes y con perturbaciones meteorológicas más intensas, según indica un estudio que compara modelos climáticos actuales con las temperaturas del Último Máximo Glacial extraídas de restos de caparazones de organismos microscópicos.

La última glaciación alcanzó su punto álgido hace unos 20.000 años y estuvo marcada por cambios climáticos drásticos que remodelaron los océanos, paisajes y ecosistemas de la Tierra. Un grupo encabezado por la Universidad de Arizona (EEUU) ha publicado en Nature un estudio en el que intenta arrojar luz sobre cómo cambiarían los patrones de El Niño, que suele producirse cada dos a siete años, provocando fenómenos extremos como sequías, inundaciones y olas de calor.

Modelos climáticos contradictorios existen actualmente, sugiriendo diferentes respuestas de este fenómeno al calentamiento actual y futuro provocado por el hombre. Algunos dicen que las variaciones de El Niño aumentarán, otros que disminuirán; es un fenómeno complejo y polifacético. Abordar lo que podría ocurrir es una prioridad clave para la ciencia del clima, en palabras de Kaustubh Thirumalai, uno de los firmantes del estudio.

Un estudio innovador

Un estudio innovador

El equipo se centró en el Último Máximo Glacial, durante el que hubo capas de hielo en gran parte de Norteamérica y Europa, y aplicó un modelo para simular las condiciones desde ese momento hasta la actualidad. Para validar el modelo, compararon los resultados con los datos de los restos de unos diminutos organismos marinos llamados foraminíferos, que están en muestras extraídas del fondo del mar que contienen capas de sedimentos depositados a lo largo de miles o millones de años.

La clave está en los foraminíferos, que segregan conchas que utilizan materiales del agua de mar y su composición química cambia en función de la temperatura de esta, lo que permite conservar una instantánea de las condiciones del océano. Analizando conchas de distintas capas de sedimentos, los científicos pueden reconstruir las temperaturas oceánicas de hace miles de años y compararlas con las simulaciones de modelos de climas pasados, explica la universidad en un comunicado.

Resultados alarmantes

El estudio de caparazones individuales de foraminíferos permitió captar variaciones estacionales de temperatura que de otro modo serían imposibles de detectar. Los científicos fueron capaces de obtener un rango de temperaturas del océano Pacífico en un breve período de tiempo, que se puede comparar entre la era glacial y la actualidad.

La variabilidad de El Niño fue significativamente menor durante el Último Máximo Glacial que en la actualidad, por lo que en el futuro podría ser más frecuente a medida que el planeta se calienta, provocando perturbaciones meteorológicas más intensas y frecuentes en todo el mundo. Los resultados sugieren que hay un mecanismo común de las variaciones extremas de El Niño tanto en la era glacial como en las condiciones futuras, lo que permite a los investigadores validar la predicción del modelo climático.

Esto nos da más confianza en las proyecciones del modelo para el futuro, dijo Thirumalai, pues si se pueden simular con precisión los cambios climáticos del pasado, es más probable que nos dé predicciones fiables sobre los cambios futuros en el sistema de El Niño.

Marina Ramírez

Soy Marina, una autora apasionada por la actualidad nacional española. En Diario Online, un periódico independiente, comparto mis análisis y opiniones sobre los eventos más relevantes de nuestro país. Con mi pluma perspicaz y mi compromiso con la verdad, busco ofrecer a los lectores una visión objetiva y completa de la realidad que nos rodea. ¡Acompáñame en este apasionante viaje a través de las noticias más importantes de España!

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