Sánchez condena como inaceptable y inexplicable la decisión de excluir al rey de la toma de posesión en México
En un comunicado oficial, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha expresado su más vehemente condena a la inaceptable e inexplicable decisión del gobierno mexicano de excluir al rey Felipe VI de la toma de posesión del nuevo presidente de México. Esta medida ha generado un gran revuelo en la comunidad diplomática y política, ya que se considera un grave error protocolario y un desaire a la monarquía española. La exclusión del monarca español ha sido calificada como inamistosa y desafortunada, y se espera que el gobierno mexicano brinde explicaciones sobre esta decisión.
Condena de Sánchez a decisión mexicana de excluir al rey Felipe VI
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha condenado la decisión de las autoridades mexicanas de excluir al rey Felipe VI de la toma de posesión de la presidenta electa Claudia Sheinbaum el próximo 1 de octubre.
Inaceptable e inexplicable es como ha calificado Sánchez esta decisión en rueda de prensa desde la representación española en la ONU, en Nueva York. No podemos aceptarlo, ha resaltado.
La razón principal detrás de esta condena es que el Gobierno de España ha decidido no enviar ningún representante a la toma de posesión en señal de protesta por la exclusión del jefe del Estado.
No enviaremos a ningún representante diplomático en señal de protesta por algo que es inaceptable e inexplicable por el grado de relación que tiene España con México y México con España. Es inaceptable que se excluya al jefe del Estado, que ha estado en todas las tomas de posesión [en América Latina], como príncipe de Asturias y también como rey y jefe del Estado, ha señalado Sánchez.
La exclusión del rey Felipe VI de la toma de posesión de la presidenta electa Claudia Sheinbaum ha sido considerada un gesto falto de respeto hacia el Estado español y su monarquía.
Es importante destacar que la relación entre España y México ha sido históricamente muy estrecha, por lo que esta decisión ha sido considerada un golpe para la diplomacia española.
En este sentido, la reacción del presidente del Gobierno español es una respuesta firme y contundente ante la decisión mexicana, y un llamado a reconsiderar la relación entre ambos países.
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