El Ejecutivo denuncia una 'tensión política sin igual' entre ERC y Junts, y les culpa de la incertidumbre en el país
En un pronunciamiento oficial, el Ejecutivo ha denunciado una situación de tensión política sin igual entre Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts per Catalunya, responsabilizándolos de la incertidumbre que se vive en el país. Según el Ejecutivo, la rivalidad entre ambas formaciones políticas ha generado un clima de inestabilidad que afecta a la toma de decisiones y a la estabilidad institucional. Esta situación ha llevado a una parálisis política que se refleja en la inseguridad de los ciudadanos y en la inestabilidad económica. El Ejecutivo ha llamado a ambas partes a la responsabilidad y la moderación para buscar una solución a este conflicto.
La tensión política en España alcanza un nuevo nivel después de una dura confrontación entre ERC y Junts
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ante el pleno del Congreso.
EFE/FERNANDO VILLAR
La legislatura ya se sabía complicada desde que se abrieron las urnas del 23J, pero ahora que ha pasado todo el ciclo electoral y arranca el curso político, el Ejecutivo empieza a verse en apuros y ya reconoce las dificultades de gobernar en minoría y con socios rivales entre sí como Junts y ERC.
Fuentes gubernamentales aprecian ahora una escalada de tensión política entre los dos partidos independentistas, que acaban de pasar por las urnas sin hacerse con la llave de la Generalitat y están a punto de adentrarse en sus respectivos procesos internos. Reconocen que ese enfrentamiento no les viene nada bien porque compromete —más si cabe— la estabilidad de la legislatura.
Con todo, el Gobierno sigue empeñado en gobernar hasta 2027 a pesar de los embistes parlamentarios y de dejar en la cuerda floja normas de tanto calado como los Presupuestos Generales del Estado (PGE) o la ley para regular el alquiler temporal.
Una confrontación sin precedentes
Pero esta semana ERC y Junts se han tirado más que nunca los trastos a la cabeza, más después de que el Gobierno retirase la votación senda de déficit —un paso previo a la tramitación presupuestaria— porque no contaba con los apoyos suficientes.
Tras ello, Moncloa se ha lanzado a negociar con Junts un nuevo límite de gasto, pero los republicanos también han exigido entrar en esas negociaciones, lo que ha tensado aún más la cuerda.
El Ejecutivo reconoce que nunca antes había presenciado un enfrentamiento como el que este jueves se produjo entre ambos en el Congreso. En el mismo, Junts acusó a ERC de entregarse al PSOE a cambio de nada y estos les acusaron de haber aprobado más medidas del Gobierno sin negociar.
Nada de ello restaba dificultades a los socialistas, sino todo lo contrario. Fuentes de Moncloa ven normal que se den este tipo de disputas entre ellos, porque en Cataluña están a matar, pero señalan que no les viene nada bien esta escalada porque el precio de sus apoyos sube.
Y es que el PSOE firmó con ellos acuerdos de investidura, no de legislatura, por lo que parece que la negociación será medida a medida si así lo disponen estos grupos.
Un camino sinuoso
De momento, el Gobierno ya se ha hecho a la idea de que así lo hará con Junts. Con ellos es paso a paso, señalan desde el Ejecutivo, que tiene la mirada puesta en el primero de ellos, que es la senda de déficit.
Las negociaciones ya están en marcha desde este pasado fin de semana, en concreto, desde que el Gobierno retiró la votación al observar una grieta por la que podrían atraer el apoyo de los posconvergentes.
Estos querían que el Gobierno se abriese a repartir el déficit en tres tercios entre el Gobierno, las comunidades y los ayuntamientos, algo que Moncloa rechaza de plano, aunque sí se abre a que el Estado se endeude más en beneficio de las comunidades y ayuntamientos, que pasarían a tener más margen de gasto.
El Ejecutivo también aseguró entonces que no habría margen temporal en esta negociación, aunque tras el tirón de orejas de ERC al asegurar que sí que hay prisa para sacar la senda de déficit adelante, ahora en Moncloa dicen que intentarán presentarla antes de los congresos de ERC y Junts, es decir, en este mes de octubre.
Lo que sí que se va a retrasar va a ser la presentación de los Presupuestos Generales del Estado. Así lo fijó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
No hacemos política sobre el vacío, fueron las palabras con las que justificó que el Ejecutivo vaya a esperar a que sus socios parlamentarios celebren sus congresos para presentar las cuentas públicas.
Entre tanto, aumenta la tensión entre ambos grupos, con seis diputados cada uno y todos ellos imprescindibles para que el Gobierno pueda conformar una mayoría para legislar. Y aunque Sánchez llegó a asegurar que gobernaría con o sin concurso del legislativo, pronto corrigió sus palabras ante los parlamentarios socialistas, al pedirles que se abriesen a las ideas y necesidades de otras fuerzas parlamentarias para lograr formar mayorías.
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