Multan a agricultor por incumplir normas de residuos en bosque protegido durante cinco años
En un hitó para la protección del medio ambiente, un agricultor ha sido multado por incumplir con las normas de gestión de residuos en un bosque protegido durante cinco años. Esta grave infracción ha generado un gran impacto en la biodiversidad del ecosistema y ha puesto en peligro la integridad del hábitat natural. La multa impuesta es un llamado de atención para todos los productores agropecuarios que desarrollan sus actividades en áreas protegidas, recordándoles la importancia de cumplir con las normas y regulaciones ambientales.
Agricultor galo multado por incumplir normas de residuos en bosque protegido
El bosque estaba lleno de basura. Un agricultor de 65 años de Gales, Reino Unido, ha sido multado por verter una gran cantidad de basura y quemarlos para deshacerse de ellos.
Kieran Prince, como se llama el hombre, admitió haber quemado todo por frustración. Todo comenzó a principios de 2022, cuando un funcionario descubrió que el trabajador no estaba cumpliendo con la normativa de residuos.
Según se alegó en la instancia, Price había arrojado a un bosque protegido una gran cantidad de residuos de construcción y demolición vertidos en un terraplén. Entre los desechos, había desde un colchón a un frigorífico y cientos de bolsas de plástico.
La basura, que se fue acumulando hasta septiembre de 2024, acabó provocando una gran contaminación por la acumulación ilegal de vertidos. Y es que, como así determinó la investigación, aunque se descubriera en febrero de 2022, lo cierto es que algunos restos llevaban allí desde 2019.
Por eso, desde la institución de Recursos Naturales de Gales se enviaron varios avisos para poder evitar la multa. Sin embargo, Price no respondió a ninguno de los avisos entregados y tras la imposición del cumplimiento en 14 días, decidió que la solución sería quemar todo.
Lo más llamativo es que esta práctica, junto a la de enterrar la basura, ya era algo habitual. Había botes con combustible líquido entre los residuos. Las pruebas sugieren que había ido añadiendo más residuos y quemándolos para evitar problemas. La mayor parte de estos estaban calcinados, aseguró Chris Evans, el fiscal al cargo del caso.
Por su parte, Price se declaró culpable tanto del delito de depósito de residuos como de su quema. En total, el agricultor ha sido condenado a 10 horas de trabajo social durante un año, así como el pago de una multa de 337 euros por la quema, con un recargo de 136 euros a las víctimas de la contaminación por la quema y 191 euros por las tasas del juicio.
Esta sentencia es un ejemplo de que la justicia se hace por la contaminación y la irresponsabilidad en el manejo de los residuos.
Deja una respuesta