'La Lucha del Ciudadano', un héroe anónimo contra la corrupción y el abuso del poder en Zalamea

'La Lucha del Ciudadano', un héroe anónimo contra la corrupción y el abuso del poder en Zalamea

En un contexto de corrupción rampante y impunidad generalizada, surge una figura anónima que se erige como un héroe del pueblo en la localidad de Zalamea. Conocido solo como El Ciudadano, este misterioso personaje ha decidido tomar cartas en el asunto y enfrentar a los responsables del abuso del poder y la opacidad institucional. A través de una serie de acciones valientes y estratégicas, El Ciudadano ha logrado sacar a la luz información comprometedora sobre funcionarios corruptos y ha logrado movilizar a la opinión pública en contra de la impunidad. ¿Quién es este héroe anónimo y qué motivaciones lo llevan a luchar contra la corrupción en Zalamea?

La Lucha del Ciudadano: un héroe anónimo contra la corrupción en Zalamea

El gran drama de Calderón de la Barca, El Alcalde de Zalamea, es el primer montaje de José Luis Alonso de Santos como director residente en Teatros del Canal, que estará en cartel hasta el 13 de octubre. La producción ahonda en una visión tradicional y apuesta por la claridad expositiva como principales logros, apoyado en un amplio elenco y un vistoso mecanismo escenográfico ideado por Ricardo Sánchez Cuerda.

Arturo Querejeta y Daniel Albaladejo, frente a frente en El Alcalde de Zalamea, de Calderón de la Barca. Las tropas del Rey irrumpen entre el público, ocupando los pasillos de la Sala Verde de los Teatros del Canal, como inicio de la obra. Un rotundo toque de tambor, el ondear de banderas con la cruz de Borgoña y la algarabía propia de la soldadesca, a unos palmos de distancia, genera en el espectador una sensación de intromisión, de brusco despertar, similar al que se produciría en la aldea extremeña de Zalamea de la Serena cuando, en el verano de 1581, los Tercios aparecieran por este lugar de camino hacia Portugal, con intención de que Felipe II hiciera valer sus derechos sobre la Corona portuguesa.

El Alcalde de Zalamea en cartel: un drama de Calderón de la Barca en Teatros del Canal

En la escena inicial de la obra, Isabel Rodes interpreta a la hija del villano, mientras que Arturo Querejeta encarna a Pedro Crespo, un hombre recto que abre sin condiciones las puertas de su casa a los mandos militares, que la exigen para pernoctar, aunque su hijo Juan Andrés le reproche no adquirir un título de nobleza que le libre de esa humillación.

La presentación de estas funciones tuvo lugar en la Casa Museo Lope de Vega, cosa que no resulta mal traída puesto que El Alcalde de Zalamea, fechado en 1651, es una reinterpretación de una comedia escrita quince años antes, con los mismos personajes y similar trama, por el propio Lope. Calderón limó algunos aspectos y otorgó una mayor hondura a la acción, incorporando varios diálogos que ya se han convertido en antología de nuestro teatro.

La Justicia por encima de todo: José Luis Alonso de Santos dirige El Alcalde de Zalamea

José Luis Alonso de Santos, director residente en Teatros del Canal, destacó que treinta creadores hemos puesto las ideas en conflicto, hemos hecho política desde el escenario. Desarrollo de ideas, confrontación, pensamiento múltiple, nunca único. A veces nos hemos llevado bien y otras no. Esto no es una excursión.

Alonso de Santos también habló sobre la pertinencia de este montaje en el momento actual, afirmando que no hay más que ver un telediario o leer un periódico para comprobarlo. Hacen falta muchos Pedro Crespos que digan hasta aquí hemos llegado. Parece que ahora tenemos que ser todos pacíficos y buenos, pero en ocasiones hay que enfrentarse.

La Lucha por la Dignidad: Arturo Querejeta y Daniel Albaladejo en El Alcalde de Zalamea

Arturo Querejeta encabeza el elenco, aportando al personaje de Pedro Crespo una templanza propia de un maestro de la actuación, forjado en grandes personajes de nuestro Siglo de Oro. A preguntas de este periódico, quiso destacar las diferentes edades que se dan cita en esta producción: Cuando yo era joven no había tantas generaciones que habían interpretado clásico. Poco a poco, se han ido superponiendo, de modo que Dani (Daniel Albaladejo) es más joven que yo, Javi (Javier Lara) es más joven que Dani, e Isabel Rodes forma parte de las nuevas generaciones. Es gente muy versada, valga la redundancia, porque cada uno tiene mínimo diez funciones de clásico interpretadas.

Querejeta considera que esta producción consigue, como principal virtud, clarificar el mensaje de Calderón, otorgando sentido al comportamiento de cada personaje, de modo no queda ninguna zona de sombra. En textos de tal riqueza y complejidad, siempre hay detalles a destacar por muchas lecturas que se hayan realizado. He descubierto que Pedro Crespo es un apéndice de la justicia como concepto, del imperio de la Ley -nos confiesa Querejeta-. Se tiende a pensar que Calderón era un revolucionario que se enfrentó a la Monarquía o a las milicias, pero en el Alcalde se quiere volver al ‘statu quo’, a restablecer el orden. Si tiene que encarcelar a su hijo, lo encarcela; y si tiene que exponer a su hija, firmando una querella, lo hace”.

Para finalizar, preguntamos a Alonso de Santos cuáles son las líneas maestras de la etapa como director residente que ahora se inicia en los Teatros de la Comunidad de Madrid. Ya se ha anticipado que sus próximos trabajos serán una comedia de Lope de Vega y una tragedia de Cervantes. Se trata de configurar un repertorio que sea a la vez cultura, arte y entretenimiento, pero también una defensa ante la injusticia y la falta de control. Una protesta. Hoy en día, hacer Calderón es una postura de rebeldía, aunque pueda parecer absurdo. La gente lucha por vivir con honor y dignidad, y el gran teatro es el que defiende estos valores. Tiene que haber estilo y belleza, y la gente tiene que pasarlo bien, pero por medio de la cultura tenemos que hablar de lo que importa. A unos les importan las carreras de galgos y a mí me importa la dignidad humana.