En un contexto económico caracterizado por la estancamiento en la Eurozona, la industria española se destaca como una isla de crecimiento, logrando un crecimiento consecutivo durante ocho meses. Esta tendencia positiva es un logro significativo que demuestra la resilencia y la capacidad adaptativa del tejido industrial español. A pesar de las dificultades que enfrenta la economía europea, la industria española mantiene su dinamismo, lo que la sitúa como un pilar fundamental del crecimiento económico en el panorama internacional. En este sentido, es importante analizar los factores que han contribuido a este crecimiento sostenido y evaluar las oportunidades y desafíos que se presentan para la industria española en el futuro.
La industria española, un raro caso de crecimiento en plena estancamiento en la Eurozona
La industria española ha logrado ocho meses consecutivos de expansión, convirtiéndose en un caso atípico en la Eurozona, donde la mayoría de los países se enfrentan a una crisis del sector manufacturero. Según el índice PMI S&P Global, publicado por el Hamburg Commercial Bank (HCOB), la actividad industrial en España alcanzó los 53 puntos en septiembre, superando los 50,5 puntos registrados en agosto.
La mejora se debe a un aumento en la producción y los pedidos, lo que permitió a las empresas elevar las contrataciones y afrontar el futuro con más optimismo. El aumento de los pedidos y la producción también provocó que los stocks de insumos aumentaran al ritmo más fuerte en veinticinco meses.
Un caso atípico en la Eurozona
España es y sigue siendo un caso atípico entre los principales países de la zona euro, señaló el economista de HCOB, Jonas Feldhusen, quien atribuye este crecimiento a una mayor demanda procedente del Reino Unido.
El informe destaca que las empresas confían en unas condiciones políticas más estables de cara al futuro, lo que ha llevado a un aumento en la inversión y a una mayor confianza en el sector.
La industria española frente a la europea
El Banco de España ya había señalado en su último informe trimestral que la industria manufacturera española ha resistido mejor el golpe de las crisis energética e inflacionaria que las del resto de Europa.
La resiliencia del sector, junto con el fuerte aumento de la población registrada en los últimos años debido a los flujos migratorios y el empuje del turismo, son algunas claves que han explicado el crecimiento diferencial que la economía nacional ha mantenido con respecto a otras del entorno.
Perspectivas positivas para la economía española
La pasada semana, el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó que el PIB avanzó un 0,8% en el segundo trimestre en relación al primero, cuatro veces más que la media de la zona del euro.
Las perspectivas para la economía nacional son positivas y han llevado al Gobierno a elevar hasta el 2,7% su estimación de crecimiento de cara al cierre del año, en línea con lo que han hecho otros organismos nacionales e internacionales.
Este mayor avance de la actividad permitirá a España afrontar algo mejor el ajuste pendiente para poder ceñirse a las nuevas reglas fiscales europeas.
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