En un gesto de firmeza y determinación, Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat de Cataluña, ha reivindicado el 1 de octubre (1-O) de 2017, fecha en la que se celebró el controvertido referéndum de independencia. A siete años de aquel día, Puigdemont ha manifestado que el legado de aquel evento no puede ser borrado de la memoria colectiva, asegurando que no hay suficientes borradores para eliminarlo. Con estas palabras, el líder independentista catalán hace un llamado a la resistencia y la perseverancia en la lucha por la autodeterminación de Cataluña.
Puigdemont reivindica el 1-O después de siete años: No hay suficientes gomas de borrar para eliminarlo
El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha reivindicado el 1-O tras siete años de su celebración, afirmando que no hay suficientes gomas de borrar para eliminarlo de nuestra historia. En un compartido en las redes sociales, ha aprovechado la efeméride para criticar al Govern de Salvador Illa, asegurando que pueden convertir la Generalitat en una gestoría de encefalograma plano, pero no pueden cambiar la historia.
La hostilidad descabellada del Estado español fue el escenario en el que se organizó el 1-O, según Puigdemont, quien recordó que los poderes del Estado español desplegaron toda clase de medios y amenazas para impedir su celebración. Esto provocó que se hiciera en un clima de represión, violencia y odio policial que no se olvidará.
Puigdemont también ha ensalzado el 1-O porque representó la voluntad de Cataluña de ser nación y, al mismo tiempo, ser una referencia también inevitable para construir democráticamente el futuro en libertad que toda sociedad se merece.
No tiramos la toalla, ha asegurado el expresidente catalán, quien ha animado a seguir luchando por la independencia. Ha señalado que ningún proyecto que proponga mantener la unión forzada con España garantiza una Catalunya que sea fruto de la decisión de todos los catalanes, mientras que el independentismo defiende que todo el mundo pueda decidir su futuro.
Nosotros no tiramos la toalla, nunca lo haremos y menos ahora en que la falta de unidad ha tenido unas consecuencias políticas nefastas, ha finalizado Puigdemont, quien ve el 1-O como un inicio para la supervivencia de Cataluña como nación y sociedad, un hecho demostrado tras siete años de represión.
Para Puigdemont, el 1-O no es una cárcel, sino que nos libera. Quien lo vea como una cárcel de la que no se puede salir, se equivoca y no entiende el sentido profundo e histórico de ese hito, ha asentido.
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