La banca prevé un incremento en las hipotecas en septiembre, con el crédito en su nivel más bajo desde 2006

La banca prevé un incremento en las hipotecas en septiembre, con el crédito en su nivel más bajo desde 2006

En un contexto económico marcado por la incertidumbre, la banca española ha hecho pública sus previsiones para el mes de septiembre, y según estudios recientes, se espera un aumento en la concesión de hipotecas. Esta tendencia puede parecer contradictoria, ya que el crédito se encuentra en su nivel más bajo desde el año 2006. Sin embargo, los expertos aseguran que este fenómeno se debe a la recuperación paulatina del mercado inmobiliario y la mejora de la confianza de los consumidores en la economía. En las próximas semanas, será clave observar cómo se desarrolla esta tendencia y cómo afecta al mercado financiero en su conjunto.

La banca se prepara para un giro en las hipotecas en septiembre, con el crédito en su nivel más bajo desde 2006

El saldo vivo del crédito hipotecario en España no termina de despegar, y ha cerrado agosto en los 496.167 millones, tras reducirse en 68 millones con respecto al mes anterior. Esta ligera caída refleja la atonía en la que se ha movido durante los últimos meses, marcados por el comportamiento renqueante y que le aboca a una evolución prácticamente plana en el ejercicio.

Las amortizaciones anticipadas que las familias vienen haciendo en los últimos meses con el objetivo de evitar el encarecimiento de las cuotas por los tipos de interés frenan de algún modo las señales de recuperación de la demanda de crédito, que acumula una mejora interanual de doble dígito en línea con la firma de hipotecas, sobre las que ya se vislumbra un cambio de ciclo.

Un cambio de ciclo en las hipotecas

Esta situación empaña la ansiada remontada del saldo vivo desde los mínimos de 2006 en los que se mueve desde julio de 2023, poco antes de que el Banco Central Europeo (BCE) diera por concluido el encarecimiento del precio del dinero. El pulso entre estos dos factores ha impedido que el monto vuelva a situarse por encima de los 500.000 millones.

Mantener el saldo vivo supone un factor crucial de cara al crecimiento del margen de intereses de los próximos trimestres, sobre todo ahora que la cartera de crédito empieza a notar el recorte del euríbor (la referencia en el mercado hipotecario) ante la entrada en un ciclo monetario expansivo. Además, el coste de los depósitos, es decir, el interés medio al que la banca remunera el pasivo, también ha aumentado en los últimos meses, pudiendo presionar sobre la rentabilidad de las entidades bancarias.

La cartera de crédito en mínimos

De hecho, el agotamiento de la cartera de crédito se ha erigido como uno de los pocos puntos débiles a afrontar por parte de las entidades en el corto plazo, a los que se suman la rebaja en el coste de financiación de las nuevas operaciones, que ya ha empezado a aflojar el paso. En este sentido, hay que diferenciar entre el interés TEDR, equivalente a la TAE pero sin tener en cuenta las comisiones, del saldo vivo, que desde el arranque del año ha mantenido la tendencia descendente y ha llegado a julio (último dato disponible) en el 3,62%, niveles de octubre de 2023, mientras en el caso de las nuevas operaciones ya se mueve en mínimos de 19 meses.

La senda a la baja iniciada por el banco central que rige la política monetaria en la eurozona anticipa que la cifra seguirá en descenso.

Un mes decisivo para la consolidación de la cuenta de resultados

Con la presentación de los resultados trimestrales a la vuelta de la esquina, septiembre puede convertirse en un mes decisivo para la consolidación de la cuenta de resultados si se constata un escenario de mayor impulso crediticio y menores amortizaciones. De momento, las previsiones de mercado abren la puerta a una temporada con nuevos récords.

La duda radica en cuánto margen de mejora disponen con vistas ya a 2025 después de un 2023 histórico y un 2024 que apunta también a batir nuevas marcas. Entre enero y junio el beneficio conjunto de las seis principales entidades (BBVA, Banco Santander, CaixaBank, Banco Sabadell, Bankinter y Unicaja) ha ascendido a 15.300 millones, casi un 24% más.

El crédito al consumo vive un 'boom' de demanda

La evolución a la baja del saldo vivo hipotecario contrasta con la del crédito al consumo, que vive un ‘boom’ de demanda y afronta la recta final del ejercicio muy cerca de los 103.000 millones, máximos desde el inicio de la crisis en España por el estallido de la burbuja inmobiliaria. La suma de ambas partidas da como resultado un volumen total de 682.844 millones en el que supone su segundo mes en descenso con un tímido retroceso del 0,7%, bastante alejado del pico de 907.000 millones rebasado en 2010.