Un niño de [edad] sufre una grave discapacidad de por vida tras ser víctima de abuso y obligado a realizar 1.000 sentadillas en condiciones inhumanas

Un niño de 8 años sufre una grave discapacidad de por vida tras ser víctima de abuso y obligado a realizar 1.000 sentadillas en condiciones inhumanas

Conmoción y indignación es lo que ha generado la noticia de un niño de apenas 8 años que ha sido víctima de abuso y sometido a una tratamiento inhumano. El pequeño fue obligado a realizar 1.000 sentadillas en condiciones que pueden calificarse de tortura física, lo que ha derivado en una grave discapacidad que lo acompañará por el resto de su vida. La comunidad se encuentra consternada y exige que se tomen medidas severas contra los responsables de este atroz delito. En las próximas líneas, se revelarán más detalles sobre este caso que ha conmocionado a la opinión pública.

Tragedia en un campamento de verano: niño de 13 años sufre discapacidad de por vida tras castigo corporal

Un niño de 13 años sufrió una grave lesión muscular tras realizar 1.000 sentadillas como castigo en un campamento de verano en la provincia china de Shandong. La tragedia ocurrió cuando el muchacho se inscribió en un campamento de siete días donde podía interactuar con otros niños y participar en actividades físicas.

Todo iba bien hasta el día de la graduación, cuando los padres recibieron fotografías de la ceremonia en las que su hijo tenía los ojos visiblemente rojos y una expresión triste. Su padre notó que una de sus piernas parecía flácida, pero cuando preguntaron a los responsables del campamento, les dijeron que no había ningún problema.

Fue solo cuando fueron a recogerlo cuando se dieron cuenta de la gravedad de la situación. Su hijo los estaba esperando en un taburete porque apenas podía mantenerse en pie.

Un castigo corporal que cambió su vida

Al interrogar al chaval, se enteraron de que antes de la fiesta de graduación uno de los monitores lo sorprendió hablando con otros niños durante un ensayo de la ceremonia y le ordenó hacer 1.000 sentadillas como castigo.

Después de llegar a las 200 sentadillas, se desplomó en el suelo por el dolor muscular, pero en lugar de ayudarlo, el trabajador lo pateó y lo dejó arrastrarse en el suelo de dolor.

Unos minutos después, otra monitora lo ayudó a levantarse y lo sentó en un taburete cuando comenzó la ceremonia, y solo porque los padres habían comenzado a llegar.

El muchacho se quejaba de fuertes dolores y su padre le pidió a uno de los profesores del campamento que lo acompañara a un hospital cercano para que le examinaran las piernas.

Diagnóstico: rabdomiólisis

Primero fueron al Hospital Popular del condado de Jiaxiang, donde le diagnosticaron una simple distensión muscular y le dieron un ungüento. Sin embargo, en los días siguientes, las piernas del niño le dolían tanto que ni siquiera podía caminar ni dormir, por lo que sus padres lo llevaron al Hospital de la Facultad de Medicina de Jining, donde los médicos le diagnosticaron rabdomiólisis, una enfermedad potencialmente mortal que suele producirse por la práctica de ejercicio de alta intensidad durante un corto período de tiempo.

La rabdomiólisis provoca la rápida degradación de los músculos esqueléticos y, si no se trata, puede afectar al hígado y los riñones. En el caso del niño, la enfermedad había sido causada por la gran cantidad de sentadillas que realizó.

Su situación era tan grave que el equipo médico lo colocó inmediatamente en una silla de ruedas.

Secuelas irreversibles

Después de 13 días ingresado, el adolescente fue dado de alta, pero nunca se recuperó por completo. Ahora, con 14 años, el chico aún no puede llevar una vida normal y lo más probable es que nunca pueda realizar ninguna actividad física seria.

Los músculos de sus piernas están atrofiados y sufrió daños en el hígado y los riñones. Ahora está en manos de un juzgado ver qué indemnización impone a los propietarios del campamento por las secuelas irreversibles que sufre el muchacho tras el castigo.