Título reescrito: Vox asume el error de la flexibilidad con el PP: 'No tiene muy buena pinta'
En un giro inesperado, el partido político Vox ha reconocido públicamente su error en relación con su estrategia de flexibilidad en su alianza con el Partido Popular (PP). Según fuentes cercanas a la dirección del partido, la líder de Vox, Santiago Abascal, ha admitido que la decisión de mantener una postura conciliadora con el PP no ha generado los resultados esperados. De hecho, Abascal ha llegado a calificar esta estrategia como algo que No tiene muy buena pinta. Esta confesión puede marcar un cambio significativo en la estrategia política de Vox y tener implicaciones importantes en la escena política española.
Vox asume error de flexibilidad con el PP: 'No tiene muy buena pinta'
El exvicepresidente de la Junta de Castilla y León y dirigente de Vox, Juan García-Gallardo, ha asumido como único pecadillo haber ofrecido una excesiva flexibilidad al PP, cuyos dirigentes han demostrado no ser acreedores de esa confianza porque la han traicionado.
La colaboración con el PP
En una entrevista con la Agencia EFE, García-Gallardo se ha visto como una de las personas que más haya hecho por la colaboración entre el PP y Vox en los días previos a la ruptura en los gobiernos autonómicos de Castilla y León, Comunidad Valenciana, Aragón, Murcia y Extremadura, en julio pasado.
Ha recordado que llamó personalmente al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, para agotar todas las posibilidades para un acuerdo sobre la acogida de menores extranjeros no acompañados: Él me dijo que lo iba a estudiar, pero la realidad es que la consejera de Familia fue a Tenerife a santiguarse ante el PSOE y aceptar todo lo que el Gobierno central proponía.
La impotencia de Mañueco
García-Gallardo ha asegurado que, en aquel momento, vio a un Mañueco con cierta impotencia, dando la sensación de no tener opción de cambiar de postura: Él pedía que no nos fuéramos, que él estaba yo creo que a gusto.
Ha rememorado el exvicepresidente, quien trató de convencer al presidente para reforzar su propio liderazgo en materia de inmigración y volver a ser vanguardia y pionero, como cuando ambos suscribieron el acuerdo de gobierno.
El error de flexibilidad
Preguntado por el hecho de que Vox estaba en el Gobierno cuando la Junta ya acogía menores extranjeros no acompañados en los dos primeros años de legislatura, García-Gallardo ha reconocido que el único pecadillo, el único error en estos dos años de gobierno en Castilla y León ha sido tener una excesiva flexibilidad con el PP.
Las consecuencias
Como consecuencia de los ciclos electorales que siguieron al de Castilla y León, García-Gallardo ha indicado que muchas de las cuestiones que más importaban a Vox dentro de la Junta se fueron posponiendo precisamente por generosidad y por actuar con buena fe con el PP: Luego ellos lo que han demostrado es que no han sido acreedores de esa confianza, no han sido merecedores de esa confianza y que la han traicionado.
Percibe un PP de mil caras, con el que Vox ha sido generoso en exceso, por lo que ve dificultades para volver a llegar a acuerdos de gobierno en el futuro.
El futuro
García-Gallardo ha rechazado anteponer las cuestiones personales: No me gustaría poner líneas rojas que fueran vinculadas a personas.
Preguntado en concreto por cómo explicarían a sus votantes volver a apoyar un gobierno presidido por Mañueco, García-Gallardo ha dicho que desde luego tiene muy mala pinta: Eso lo puede entender cualquiera, el PP nos lo está poniendo muy difícil para colaborar.
Mantiene su mano tendida, pero ve al presidente enfocado a su precampaña electoral y a hacerse una fotito, en referencia a la reciente ronda de contactos con los grupos.
Si lo que quiere hacer el señor Mañueco es políticas de izquierdas, como hace la señora Guardiola en Extremadura, pues tendrá que buscar su apoyo en la parte de las Cortes de Castilla y León de la izquierda, nosotros no vamos a traicionar a nuestros votantes. Si lo que quieren hacer ellos es lo que estamos viendo en los últimos dos meses, pues va a ser muy, muy complicado que nosotros podamos volver a integrar un gobierno con el señor Mañueco.
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