Tasa de producción de hidrógeno verde en constante crecimiento, pero la AIE advierte sobre la escasa demanda en el mercado

Tasa de producción de hidrógeno verde en constante crecimiento, pero la AIE advierte sobre la escasa demanda en el mercado

En el marco de la transición energética, la producción de hidrógeno verde ha experimentado un crecimiento constante en los últimos años, lo que se considera un paso importante hacia una economía más sostenible. Sin embargo, la Agencia Internacional de Energía (AIE) ha emitido un alerta sobre la escasa demanda de este combustible limpio en el mercado. A pesar del aumento en la producción, la AIE considera que la demanda no es lo suficientemente fuerte como para justificar la inversión en la infraestructura necesaria para su distribución y almacenamiento.

La producción de hidrógeno verde crece, pero la demanda se blijga según la AIE

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha revisado de forma sustancial sus previsiones sobre la producción de hidrógeno con bajas emisiones hasta el año 2030. Sin embargo, ha advertido de que la demanda no se desarrolla al mismo ritmo y ha reclamado políticas de estímulo.

Producción global de hidrógeno

En su informe anual sobre el mercado del hidrógeno publicado este miércoles, la AIE afirma que si se tienen en cuenta todos los proyectos presentados, la producción podría alcanzar 49 millones de toneladas en 2030, lo que significa más de un cuarto por encima de lo que se había anticipado en el estudio anterior.

Es cierto que si solo se tienen en cuenta los proyectos para los que ya hay una decisión final de inversión, suponen únicamente un 7% del total, es decir 3,4 millones de toneladas de hidrógeno de bajas emisiones, que en cualquier caso es el doble de lo que se calculaba en 2023.

En 2023, la producción global de hidrógeno fue de 97 millones de toneladas, y que de toda esa cantidad menos del 1% correspondió al generado con bajas emisiones, ya que la práctica totalidad se fabrica actualmente a partir de carbón o de hidrocarburos (generalmente gas).

Producción de hidrógeno de bajas emisiones

Por el momento, en su mayor parte también se fabrica en primer lugar con combustibles fósiles, aunque luego mediante la captura y almacenamiento del dióxido de carbono que se general. El resto proviene de electrolizadores (es decir, a partir de electricidad), que a finales de 2023 suponían una potencia de 1,4 gigavatios y que podría subir hasta 5 gigavatios a finales de este año.

Si se materializaran todos los anuncios que se han hecho, para 2030 los electrolizadores totalizarían 520 gigavatios, pero únicamente para un 4% de ellos se ha tomado una decisión final de inversión o están en fase de construcción.

Demanda de hidrógeno verde

El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, señala que el aumento de los proyectos de hidrógeno con bajas emisiones ilustra que hay un fuerte interés de los inversores y eso puede tener un papel crítico en la reducción de emisiones en sectores industriales como la siderurgia, el refino y la química.

Pero -añade Birol- para que esos proyectos tengan éxito, los productores de hidrógeno de bajas emisiones necesitan compradores. Los políticos y empresas tienen que preocuparse por estimular la demanda y reducir los costes con unas regulaciones claras que atraigan la inversión.

El problema para la AIE es que en el horizonte de 2030 los gobiernos se han fijado un objetivo de 43 millones de toneladas anuales, pero por el lado de la demanda solo se esperan 11 millones de toneladas.

China domina el mercado

Más del 40% de los 6,5 gigavatios de electrolizadores para los que hubo un compromiso de inversión el pasado año están en China y un 32% en Europa, donde el compromiso de construcción de nuevas instalaciones en cualquier caso se cuadruplicó con respecto a 2022.

En paralelo, las capacidades de fabricación de electrolizadores se duplicaron en 2023 para llegar a 25 gigavatios anuales, y el 60% corresponde a China.

Costos del hidrógeno verde

En la actualidad, producir hidrógeno verde es entre una y seis veces más caro que hacerlo con combustibles fósiles, y los autores del informe reconocen que esa brecha se va a mantener a corto plazo, pero también señalan que los costes del primero bajarán significativamente y esa prima repartida en toda la cadena de valor tiene un impacto final limitado para el consumidor final.

A modo de ejemplo, señalan que usar acero en cuya fabricación se ha utilizado como energía hidrógeno verde encarecería el precio de un vehículo eléctrico con ese acero en un 1%.