No ha pasado un año de la devastadora ofensiva militar israelí que dejó un rastro de destrucción en Gaza y estalló la crisis humanitaria en Oriente Pr

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No ha pasado un año de la devastadora ofensiva militar israelí que dejó un rastro de destrucción en Gaza y estalló la crisis humanitaria en Oriente Próximo.

Ya han transcurrido doce meses desde que la devastadora ofensiva militar israelí azotó la Franja de Gaza, dejando a su paso un rastro de destrucción sin precedentes. La intensa campaña militar, que se prolongó durante varias semanas, no solo causó daños materiales irreparables sino que también generó una crisis humanitaria de grandes proporciones en Oriente Próximo. Desde entonces, la situación en la región ha sido de gran inestabilidad y tensión, con miles de personas afectadas y desplazadas. En este artículo, repasaremos los hechos que llevaron a esta situación y analizaremos las consecuencias de esta crisis humanitaria.

La tragedia de Gaza: un año de bombardeos y muerte, sin fin en la guerra entre Israel y Hamás

Cuando el 8 de octubre de 2023, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó el inicio de la ofensiva sobre la Franja de Gaza, ya sabía lo que venía detrás. Nos encaminamos hacia una guerra larga y agotadora, dijo un día después del atentado del grupo islamista Hamás que sacudió a la sociedad israelí con la matanza de más de 1.200 personas y el secuestro de otras 250.

Ahora, un año después, aquellas palabras resuenan con más fuerza todavía. Larga porque se ha convertido en el conflicto armado ininterrumpido más duradero en la historia de Israel. Sin embargo, agotadora se quedaría corta para definir la situación humanitaria provocada por los ataques israelíes sobre Gaza, donde el Ejército del Estado hebreo ha acabado con la vida de cerca de 42.000 palestinos en apenas 12 meses de ocupación de la Franja.

El conflicto palestino-israelí: un castillo de naipes que se derrumba

El conflicto palestino-israelí: un castillo de naipes que se derrumba

El conflicto palestino-israelí se ha convertido desde hace ya más de 75 años en un castillo de naipes que cada cierto tiempo se derrumba, interrumpiendo una falsa sensación de calma. En Cisjordania ha ocurrido con la aparición de grupos armados, las constantes redadas israelíes y los asentamientos ilegales de colonos. Mientras que en Gaza, cada año se produce casi de forma habitual el lanzamiento de cohetes contra Israel y su respectiva réplica por parte del Estado hebreo; con etapas de mayor intensidad y brutalidad como ocurrió en 2014.

La que comenzó el 7 de octubre con las crueles acciones de Hamás ha desembocado en una espiral sin precedentes que ya ha traspasado las fronteras del enclave palestino y amenaza con una guerra regional.

La ofensiva israelí: una respuesta contundente

Aquel día de octubre, los israelíes festejaban la Simjat Torá que se celebra el último día de la festividad judía del Sucot, cuando miles de milicianos de Hamás, junto con miembros de la Yihad Islámica Palestina, cruzaron la frontera de la Franja de Gaza con vehículos y motos, dando comienzo a lo que llamaron Operación Inundación de Al-Aqsa.

Armados con fusiles de asalto comenzaron una matanza en vecindarios, acuartelamientos militares y hasta un festival de música. A los ataques le siguieron los secuestros de militares y civiles, incluidos niños, que rápidamente llevaron a la Franja de Gaza para esconderlos, dejando imágenes que todavía conmueven en una sociedad, la israelí, que sentía por primera vez como el mito de su seguridad se hacía añicos.

La estupefacción inicial se convirtió rápidamente en una declaración de guerra formal. La desunión política de los últimos años desapareció por un instante y toda la clase política y la ciudadanía clamó una respuesta y el regreso de los rehenes.

El asedio total

Los bombardeos israelíes empezaron a caer esa misma noche en Gaza en la Operación Espadas de Hierro. Dos días después, Israel ordenó un asedio total. Ya no habrá electricidad, ni comida, ni agua, ni combustible, todo estará cerrado. Estamos luchando contra animales y estamos actuando en consecuencia, llegó a decir el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.

En 48 horas, casi 2.000 palestinos ya habían muerto por los ataques en lo que Netanyahu advirtió que sería solo el principio.

La ocupación de Gaza

El 26 de octubre, entraron los primeros blindados israelíes en Gaza y el 27 empezaría la operación terrestre que todavía continúa. Israel ha dividido en dos el enclave y controla la práctica totalidad de la costa, las fronteras con Israel y el corredor Filadelfia que separaba Gaza de Egipto y donde se encontraba la única salida de Gaza: el paso de Rafah.

El Ejército israelí controla la Franja, que se encuentra irreconocible un año después. Lo ha hecho alegando que hay miles de milicianos que operan allí, aunque en el camino por combatir con el grupo islamista se ha acabado con la vida de más civiles que miembros de Hamás.

La comunidad internacional: una respuesta dividida

La comunidad internacional ha denunciado que el derecho a la defensa no puede ser excusa para cumplir el derecho internacional, que impide atacar lugares protegidos sin pruebas previas.

Los apoyos sin ambages a Israel se han traducido con el paso de los meses en cautela por la situación que poco a poco se iba generando en Gaza. Los intentos de la ONU de frenar la escalada del conflicto se ha topado con un Consejo de Seguridad dividido en el que Estados Unidos, Rusia y China vetaban diversas resoluciones en función de cómo afectaba o beneficiaba a sus aliados.

El fracaso de la diplomacia

Pronto Catar, Egipto y EEUU se pusieron al mando de una negociación entre Israel y Hamás que pudiera liberar a los rehenes israelíes y permitir pausas humanitarias.

El 24 de noviembre comenzaría el primer y único acuerdo de alto el fuego. En él se pactó el intercambio de rehenes por prisioneros palestinos en cárceles israelíes, así como la entrada a mayor escala de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, bloqueada por Israel para forzar la rendición de Hamás y la presión sobre el grupo de la población gazatí.

Aunque cada día se revisaba la situación para prorrogar un día más el acuerdo, la tregua duraría hasta el 30 de noviembre, un período en el que se liberarían 105 rehenes de Hamás (81 israelíes, 23 tailandeses y un filipino) a cambio de 240 presos palestinos (107 niños y 133 mujeres), de los que tres cuartas partes estaban en la cárcel sin condena.

La crisis humanitaria

La ofensiva sobre Gaza está provocando una situación insostenible en la región. Cerca de 42.000 palestinos han muerto y más de 96.000 han resultado heridos a consecuencia de los bombardeos e incursiones del Ejército hebreo, según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.

Gaza ha perdido un 2% de su población en este conflicto y según la ONG Oxfam, las cifras más conservadoras apuntan a que entre las víctimas hay al menos 11.000 menores.

Además, las redadas en Cisjordania se han intensificado en este año y la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas cifra ya en 609 los palestinos muertos en estas batidas que Israel realiza bajo la justificación de encontrar a miembros de Hamás.

La guerra se expande

Aunque lo crudo del conflicto se ha centrado en la Franja, lo cierto es que prácticamente desde el principio la guerra ha cruzado las fronteras de Israel y Palestina. Cuando la ofensiva israelí comenzó en Gaza, la milicia del partido chií libanés Hezbolá empezó a lanzar proyectiles contra el norte de Israel.

El objetivo era crear otro frente para obligar al Ejército israelí a diversificar sus esfuerzos militares. Al tiempo, los rebeldes hutíes de Yemen bombardeaban los barcos israelíes y de sus aliados que pasaban por el mar Rojo y lanzaban ataques aéreos que cruzaban toda la península arábiga.

Israel no ha dudado en responder. Y lo ha hecho no solo contra estos grupos, sino también contra aquellos que consideraba que estaban de parte de Hamás o Hezbolá.

El drama humanitario en Gaza provocado por Israel es ya solo una parte de un conflicto que sigue creciendo. Los avisos para que la guerra no escalara a nivel regional han caído en saco roto y con cada acción, bombardeo o combate terrestres aumenta el temor a que el conflicto en Oriente Medio desemboque en una guerra todavía mayor, donde potencias occidentales entren en una contienda cada vez más difícil de parar.

Jorge Gutiérrez

Soy Jorge, un apasionado experto en periodismo y actualidad. Mi pasión por la información me llevó a formar parte del equipo de Diario Online, un periódico independiente de actualidad nacional española. Como autor en este medio, me dedico a investigar, analizar y redactar las noticias más relevantes del panorama español, siempre buscando ofrecer a nuestros lectores una visión objetiva y completa de los acontecimientos más importantes. Mi compromiso con la verdad y la ética periodística me impulsa a brindar un contenido de calidad, veraz y de interés para nuestra audiencia. Estoy orgulloso de formar parte de un equipo tan profesional y comprometido con la información de calidad. ¡Sigue Diario Online para mantenerte informado de todo lo que sucede en España!

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