En un escándalo que ha conmocionado a la opinión pública, el anticonceptivo Essure ha sido centro de polémica debido a los graves efectos secundarios que ha generado en miles de mujeres. Sin embargo, lo que resulta aún más inaceptable es la misoginia y discriminación hacia las mujeres que se esconde detrás de este caso. La frase Los varones, siempre racionales; las mujeres, siempre locas es un evidente ejemplo de sexismo que no tiene lugar en una sociedad que se declara comprometida con la igualdad de género. Es fundamental abordar este tema con la sensibilidad y respeto que se merece, y no permitir que la violencia de género siga siendo una realidad en nuestra sociedad.
El escándalo del Essure: misoginia y desatención médica afectan a miles de mujeres
En el programa Salvados, de La Sexta, se abordó el caso del anticonceptivo Essure, que ha afectado a miles de mujeres en Europa. En España, según se destacó en el programa presentado por Gonzo Suárez, hay más de 80.000 mujeres afectadas por este método, promocionado como una alternativa rápida a la ligadura de trompas.
El Essure funcionó en algunos casos, pero en otros provocó graves secuelas. Se calcula que en todo el mundo fueron un millón las afectadas, ya que el anticonceptivo, que se instalaba en las trompas de Falopio, se comercializó durante una década.
Más allá de los problemas que generaba el propio anticonceptivo, que provocó todo tipo de secuelas e intervenciones quirúrgicas a las afectadas, éstas se encontraron con el prejuicio por ser mujeres y la desatención por parte de algunos médicos.
Mi médica de cabecera se preocupó mucho. Fui a hablar con ella y me dijo que urgente al hospital. Ya en ginecología. A mí nunca me dijeron loca, pero paranoica es sinónimo de loca, contaba a Gonzo una de las afectadas.
Una ginecóloga contaba que un compañero varón, doctor, tras ver a una paciente le dijo: ¿Te puedes creer que la loca que vino dice que la dolía la tripa por culpa de esto?.
Se aplicó la historia de que cuando las mujeres se quejan de problemas que no están catalogados las tratamos como locas. Las mandamos fuera y punto. A las locas del Essure, añadía la profesional.
Es complicado que en medicina nos disculpemos si algo sale mal, pero todas las mujeres merecen que reconozcamos que no éramos conscientes del riesgo que podíamos ocasionar si aplicábamos el Essure, decía Enriqueta, la ginecóloga que prestó su testimonio.
Empiezo a tener la sensación de que cuando una mujer tiene que pedir ayuda o explicar que tiene un problema, sobre todo si está relacionado con su aparato reproductor, cuesta que sean escuchadas y cuesta que sean creídas, le decía el periodista.
Es cierto lo que me cuentas. Hace un siglo ellos lo comentaban, que las mujeres estaban locas y la atención que había que dar era otra. Los hombres siempre están cuerdos, reconocía la doctora.
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