En un golpe significativo a las estrategias políticas del Partido Popular (PP) y Vox, el Semado español se ha visto obligado a ceder ante la justicia, permitiendo que avance la polémica ley que beneficiará a 44 etarras. Gracias a un precedente de 1995, la institución ha sido forzada a desbloquear la tramitación de la norma, que había sido objeto de un feroz debate político. La decisión del Senado supone un revés para las formaciones políticas de derecha, que habían intentado bloquear la ley argumentando que suponía un indulto encubierto para los presos de la organización terrorista ETA. Sin embargo, la justicia ha dado la razón a los defensores de la norma, que consideran que es un paso hacia la reconciliación y la paz en el País Vasco.
Justicia prevalece: Senado no puede retrasar ley que beneficia a etarras
El presidente del Senado, Pedro Rollán, durante una sesión plenaria. EUROPA PRESS
La ley que permitirá a 44 presos etarras conmutar los años que han pasado en prisión en otros países y acortar el tiempo de condena que les queda en España entrará en vigor la semana que viene, a pesar de la oposición del PP y Vox. La situación es inhabitual en la historia del parlamentarismo en España, ya que el Senado no podrá retrasar la aprobación de la ley debido a un descuido de los partidos de la oposición.
La norma ya está virtualmente aprobada y no hay marcha atrás. El PP y Vox no han registrado a tiempo un veto, lo que significa que la figura parlamentaria que sirve para intentar derribar un texto no será posible en este caso.
La Constitución establece la limitación del Senado
Según la Constitución, el Senado no tiene capacidad de derribar definitivamente una ley emanada del Congreso de los Diputados. La Cámara Alta solo puede enmendarla o vetarla. Sin embargo, el Senado puede retrasar las iniciativas legislativas que aprueba el Congreso, utilizando la figura del veto.
El veto es la figura que sirve a la Cámara Alta para expresar su desacuerdo con una norma que le llega del Congreso, aunque no es definitiva. Si el Senado veta una ley, esta vuelve a la Cámara Baja, y esa institución puede levantar el veto y aprobar definitivamente el texto sin que los senadores puedan mover ni una coma.
El precedente de 1995
La situación actual es similar a un caso de hace casi tres décadas, cuando el PP presentó una propuesta de veto a una proposición de ley para declarar reserva natural las salinas de Ibiza (Ses Salines). En ese caso, el Senado votó en contra del texto completo de la norma remitido por el Congreso, pero la Cámara Baja decidió dar por aprobada definitivamente la ley y publicarla en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El Tribunal Constitucional estableció en 2002 que, si el Senado no aprueba un veto o no se presenta ninguno, pierde su oportunidad de bloquear una norma. La sentencia establece que la Constitución solo otorga al Senado dos poderes en el procedimiento legislativo ordinario ante una ley que le llega del Congreso: el de vetarla o el de enmendarla.
La ley que beneficia a presos etarras
En este caso, la ley que facilitará la salida de la cárcel de casi medio centenar de etarras no tendrá que volver al Congreso para ser definitivamente aprobada y se pondrá en marcha en cuanto sea publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El PP utilizará su mayoría absoluta para que el Senado se declare en contra de la ley, pero esa votación en contra dará exactamente igual y ni siquiera retrasará su entrada en vigor. La ley quedará aprobada y se pondrá en marcha sin necesidad de una nueva votación en el Congreso.
La jurisprudencia establecida en 1995 y reafirmada en 2002 establece que, en este caso, la ley que beneficia a presos etarras debe ser aprobada sin necesidad de una nueva votación en el Congreso.
Deja una respuesta