Díaz se niega a abandonar la abstención del PP para reducir la jornada laboral, a pesar de las dudas sobre la posición de Junts

Díaz se niega a abandonar la abstención del PP para reducir la jornada laboral, a pesar de las dudas sobre la posición de Junts

En un nuevo episodio de la polémica sobre la reducción de la jornada laboral, el líder del grupo parlamentario socialista, Rafael Díaz, ha manifestado su determinación de no abandonar la abstención del Partido Popular (PP) en este asunto. Esta postura se mantiene a pesar de las dudas y especulaciones que rodean la posición de Junts, coalición que había expresado su apoyo inicial a la medida pero que ahora parece reconsiderar su postura. La decisión de Díaz supone un obstáculo importante para el Gobierno, que busca aprobar la ley de reducción de la jornada laboral en el próximo pleno del Congreso de los Diputados.

Yolanda Díaz se niega a abandonar la abstención del PP para reducir la jornada laboral

La negociación para reducir la jornada laboral hasta las 37,5 horas al año en 2025 ha entrado en su fase final, pero todavía no hay consenso para que el anteproyecto de ley supere el trámite del Congreso de los Diputados.

Las fuentes del diálogo social consultadas dan por amortizado este diálogo después de diez meses de intercambio de posiciones y sugieren que el Ministerio de Trabajo no va a hacer nuevas ofertas, tras ampliar las bonificaciones del 'Plan Pyme 375' a la conversión de jornadas parciales en otras a tiempo completo.

No obstante, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, cree que todavía es posible llegar a un acuerdo con CEOE y se aferra a una posible abstención del PP.

El grupo parlamentario de Sumar llevó a cabo un 'proyecto piloto' en el mes de febrero en forma de proposición no de ley para testear los apoyos que podría tener la reducción de jornada laboral incluida en el acuerdo de gobierno con el PSOE al llegar a la Cámara Baja.

En esta votación, Vox fue el único partido que votó en contra de la medida, mientras que los de Alberto Núñez Feijóo se abstuvieron al no ser contrarios a abordar este debate pese a inclinarse por el ámbito de la negociación colectiva para llevar a cabo estas modificaciones, como la patronal.

Junts, por su parte, calificó la materia como fundamental pero instó a no dar su voto por sentado si no se producía antes una negociación.

De acuerdo con las fuentes consultadas, el equipo de Trabajo tiene muy presentes las posiciones expresadas entonces para medir los equilibrios que podrían canalizar la aprobación de esta norma, que no solo cambiará el artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores para cambiar el máximo legal, sino que reforzará la desconexión digital y el registro de jornada.

Los contactos del presidente de los 'populares' con los presidentes de CEOE y Cepyme, Antonio Garamendi y Gerardo Cuerva, así como con los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, a lo largo de esta semana también llevan al entorno de Díaz a tomar la abstención del PP como un escenario posible de cara a su aprobación.

Feijóo entró en el debate con la propuesta de concentrar la jornada de 40 horas semanales actual en cuatro días o flexibilizar la distribución de las horas de trabajo. No obstante, el principal partido de la oposición aclaró que esta idea no formaba parte de su iniciativa de conciliación, después de que los sindicatos matizaran en su encuentro que la organización del tiempo de trabajo era una materia exclusiva de la negociación colectiva y que los empresarios se pronunciaran en el mismo sentido en referencia a la distribución de horas y también, a la jornada laboral en sí misma.

Tras el encuentro, el líder del PP sostuvo que no sería ninguna imposición.

Es por ello que el responsable de CCOO sugería a mediados de semana que no veía muy por la labor a Feijóo de respaldar la reducción de la jornada laboral, tal y como la ha planteado el Gobierno.

Los sindicatos tampoco creen que el partido de Carles Puigdemont sea más favorable al planteamiento actual y de hecho, las fuentes sindicales consultadas por este periódico arrojan que CEOE y Cepyme se negocian a negociar en serio porque tienen presente que este partido no respaldará la medida en el Congreso de los Diputados.

En cambio, el Ministerio de Trabajo hace la lectura contraria y sostiene que si los negociadores de las organizaciones empresariales siguen en la mesa es porque piensan que puede aprobarse.

La vicepresidenta segunda hizo una visita a Barcelona en septiembre en la que aprovechó para reunirse con Pimec, la patronal de las pequeñas y medianas empresas que compite con Foment del Treball y después con esta segunda organización empresarial, integrada en CEOE, así como con los responsables de CCOO y UGT en este territorio.

Fuentes de la patronal expresaron entonces que la organización presidida por Josep Sánchez Llibre había reiterado a la ministra de Trabajo su rechazo a una reducción de jornada por ley, lo que condicionaría también el rechazo de Junts.

Las fuentes del diálogo social explican que el equipo de Trabajo confía en estos contactos, así como en los intercambios protagonizados con Inditex u otras grandes empresas en la sede del ministerio para exprimir las vías de acuerdo con CEOE y tener suficientes apoyos políticos si finalmente solo consiguen cerrar posiciones con los representantes de los sindicatos.

No obstante, también existen dudas de la posición que podrían asumir las fuerzas situadas a la izquierda del Ejecutivo o las de corte nacionalista, esto es Podemos, EH Bildu, ERC y BNG que ya han calificado la propuesta de poco ambiciosa en sus intervenciones en el hemiciclo.

Por el momento, los negociadores descartan que se vaya a reproducir el escenario observado al votar la reforma laboral que a pesar de contar con el apoyo de la patronal solo fue aprobada gracias a un voto equivocado de las filas 'populares'.

Y la intención del Ejecutivo antes de que finalice el año es llevar el cambio legislativo al parlamento en forma de anteproyecto de ley, con el objetivo de que entre en vigor a comienzos de 2025, según explicó Díaz en la rueda de prensa del Consejo de Ministros de la semana pasada.

El Gobierno parece haber renunciado de facto al objetivo de las 38,5 horas en 2024 que ahora reducen a un paso previo introducido por el PSOE.