En un contexto de incertidumbre global, China ha registrado un crecimiento económico moderado en el tercer trimestre del año, según los últimos datos publicados por el gobierno chino. El Producto Interno Bruto (PIB) del país asiático experimentó un incremento del 0,9% respecto al trimestre anterior, lo que supone un ritmo de crecimiento por debajo de las expectativas de los analistas, que preveían un aumento del 1,1%. Aunque este dato puede considerarse positivo, no oculta las preocupaciones sobre la desaceleración económica que está experimentando China, que sigue siendo uno de los principales motores del crecimiento económico global.
China registra un crecimiento económico moderado en el tercer trimestre, con un 0,9% intertrimestral
La institución estadística china ha apuntado hacia una tendencia estable de crecimiento con factores positivos acumulándose para promover la recuperación económica, a pesar de un entorno exterior complicado y grave y a nuevas situaciones y nuevos problemas en el desarrollo económico nacional.
El producto interior bruto (PIB) de China ha crecido un 0,9% intertrimestral entre julio y septiembre, según datos oficiales divulgados por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) del país asiático. Esta cifra queda ligeramente por debajo de las previsiones de la mayoría de los analistas, que apuntaban hacia un repunte del 1% con respecto al segundo trimestre.
En términos interanuales, la segunda economía mundial ha avanzado un 4,6% en el tercer trimestre, superando en este caso las perspectivas de los expertos, los cuales esperaban una subida del 4,5%.
En el acumulado de los tres primeros cuartos de 2024, la economía china alcanzó unos 94,97 billones de yuanes (12,31 billones de euros), según las estimaciones preliminares divulgadas hoy por la ONE. Por sectores, la actividad primaria ha crecido un 3,4% interanual entre enero y septiembre; el secundario, un 5,4%, y el sector terciario, un 4,7%.
La economía china creció un 5,2% en el conjunto de 2023 y las autoridades del país asiático han fijado de nuevo el objetivo de crecimiento para el presente año en torno a un 5%.
Los datos llegan bajo una coyuntura poco halagüeña, con lo que las autoridades chinas tomaron la iniciativa hace unas semanas anunciando una serie de medidas de estímulo con el objetivo de impulsar el consumo, frenar la crisis inmobiliaria y prestar apoyo a los mercados de valores del país.
La baja demanda nacional e internacional, unida a riesgos de deflación, estímulos insuficientes, una crisis inmobiliaria que no ha tocado fondo o una falta de confianza en el seno de los consumidores y el sector privado son algunas de las causas que esgrimen los analistas para explicar lo que ocurre en la segunda mayor economía mundial.
Dada la situación, el presidente chino, Xi Jinping, ha llegado a pedir a los funcionarios del Partido Comunista (PCCh, gobernante) que hagan todo lo posible para completar un buen trabajo económico en el cuarto trimestre del año para alcanzar los objetivos de 2024.
Zichun Huang, analista de Capital Economics, apunta que la economía volvió a coger algo de inercia entre julio y septiembre, tras la ralentización del período previo, y considera que el impulso derivado de los estímulos fiscales ayudará a lograr el objetivo de crecimiento y a apuntalar la actividad en los próximos trimestres, aunque eso no impedirá que el crecimiento frene de nuevo hacia finales del año que viene.
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