Una sorpresa desagradable esperaba a una joven turista al regresar de sus vacaciones relajantes. Al llegar al aeropuerto, fue detenida por las autoridades por una falta que no esperaba cometer. La razón detrás de esta inesperada detención era la publicación de fotos en sus redes sociales, donde compartió instantáneas de su estancia en un lugar sensible, sin contar con el permiso correspondiente de la seguridad. Esta acción, aparentemente inocente, la llevó a enfrentar consecuencias legales. A continuación, se presentará una cronología de los hechos y se analizarán las implicaciones de esta situación.
Mujer brasileña detenida en el aeropuerto de Manchester con 100 bellotas de cocaína
Una mujer brasileña de 27 años fue detenida en el aeropuerto de Manchester después de ser descubierta con 100 bellotas de cocaína ocultas en su cuerpo.
Según el Daily Mirror, Larissa Lins, la mujer brasileña, fue interceptada en el aeropuerto de Manchester después de haber llegado en avión desde su país. Insistía en que había viajado al Reino Unido para investigar lugares agradables, habiendo pasado previamente por Francia y Portugal.
Para reforzar su historia, la mujer sacó su móvil para mostrar fotos de su viaje. Sin embargo, fue ahí cuando cometió un grave error. Los oficiales vieron imágenes de bolitas blancas, que sospechaban que eran cocaína, mientras revisaban las fotos en el teléfono de Lins.
Ella ofreció su teléfono para mostrarles a los oficiales imágenes que había tomado en Francia, y mientras miraban, los oficiales vieron imágenes de bolitas blancas, que sospechaban que eran cocaína, relató el fiscal del caso, David Toal.
La mujer fue arrestada y confesó que tenía bolitas de cocaína insertadas dentro de su cuerpo desde el día anterior. Fue llevada al Hospital Wythenshawe, donde, en varias etapas, expulsó todas las bolitas internas.
Tras una inspección más exhaustiva de Lins, los agentes descubrieron más cocaína oculta en el forro interior de su sujetador. En total, se confiscaron 99 bellotas, con un peso total de 1,1 kilos con el envoltorio y 923 gramos sin él.
El tribunal escuchó que el precio al por mayor de esta cantidad de droga de clase A se estimó en unas 36.000 euros, mientras que el valor en la calle era de aproximadamente 87.000 euros.
Lins, que no tiene domicilio fijo y tiene cuatro hijos, ha sido sentenciada a tres años de prisión. Según el Mirror, será deportada de regreso a Brasil después de cumplir el 40% de su condena, es decir, a los 14 meses y medio.
Esta noticia destaca la importancia de la vigilancia y la investigación en los aeropuertos para prevenir el tráfico de drogas.
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