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La historia de amor rey: cómo nació el amor entre Felipe VI y Letizia Ortiz en su primer encuentro

El destino a veces sorprende con encuentros que cambian la vida de las personas. Y eso fue exactamente lo que sucedió cuando Felipe VI, entonces príncipe de Asturias, conoció a Letizia Ortiz, una joven periodista española. Fue un flechazo que cambió la historia y sentó las bases para una de las uniones más importantes de la monarquía española. En este artículo, descubriremos cómo se conocieron y se enamoraron en un primer encuentro que marcó el inicio de una relación que ha sido ejemplo de amor y compromiso para millones de personas en todo el mundo.

La historia de amor que comenzó con un flechazo: Felipe VI y Letizia Ortiz se conocieron en

El rey Felipe VI y la reina Letizia posan muy sonrientes en un selfie momentos antes de la ceremonia de inauguración de los Juegos de París. Una imagen que nos lleva a recordar el comienzo de su historia de amor, que hace más de dos décadas cambió sus vidas.

Un encuentro que cambió la historia

Un encuentro que cambió la historia

Fue el 17 de octubre de 2002, cuando, en una cena organizada por el periodista Pedro Erquicia, se conocieron y arrancó su historia de amor. Aunque se trataba de un pequeño grupo de 20 personas, los que serían reyes de España conectaron enseguida y estuvieron hablando toda la noche como si no hubiera habido nadie más con ellos.

Según los testigos de aquella velada, fue también de gran ayuda su edad, eran los más jóvenes del grupo y apenas se llevan 4 años de diferencia. Un detalle que sin duda les acercó y, una vez comenzó la conversación, la química entre ellos hizo acto de presencia.

Un proceso de conocimiento tranquilo

Aunque su primer encuentro fue redondo, se tomaron el proceso de conocerse con calma. No fue hasta más de un año después, en concreto el 1 de noviembre de 2003, que Casa Real anunciaría que el príncipe de Asturias tenía una nueva ilusión, la periodista que toda España conocía gracias a los informativos.

Unos días después del anuncio, pese a que algunos medios ya conocían la identidad de la nueva novia del Príncipe, tuvo lugar la pedida de mano. Compromiso que se reconfirmó con el Sí, quiero que se dieron el 22 de mayo de 2004 en el enlace real de La Almudena.

Un amor que creció

Con el deseo de ampliar su familia, los por aquel entonces príncipes de Asturias, vieron su sueño cumplirse cuando acogieron la llegada de la princesa Leonor, en octubre de 2005 y, posteriormente, la de la infanta Sofía en abril de 2007.

Aunque su relación pasó a la prensa internacional como una Cenicienta moderna, lo cierto es que, como cualquier otra pareja, han tenido que enfrentarse a una serie de retos durante estos años. A lo que hay que sumar el cambio en su relación que supuso la proclamación del 19 de junio de 2014, cuando se convirtieron en reyes de España (con el incremento de la presión mediática que supone).

Los cimientos de una relación sólida

Sin embargo, los cimientos de la relación de los Reyes habrían estado bien construidos desde el primer minuto. Algo que les habría ayudado a ir adaptándose a las diferentes etapas de su relación y que habría sido clave de cara a construir esa complicidad que, a día de hoy, siguen manteniendo.

¿Qué hace que salten chispas?

Con 20 años de matrimonio a sus espaldas, es imposible no hacerse la pregunta de qué fue lo que les hizo conectar en aquel primer encuentro que tuvieron.

Según el estudio de Hinge del año 2023, lo que más valora la gente cuando está en una cita es la conversación. El 88% de los participantes en la investigación de la aplicación eligieron buena conversación como el factor más destacable a la hora de definir si estaban satisfechos con la cita.

También el 75% respondió que, dentro de la conversación, un elemento fundamental que debe aparecer en esta son las intenciones de la otra persona.

En el caso de don Felipe y doña Letizia, esto se habría dado de la manera más natural posible gracias a que estuvieron enfrascados en la conversación desde el primer momento.

Estar presente, prestar atención manteniendo el contacto visual sin distracciones o reproduciendo un lenguaje corporal positivo -asintiendo y sonriendo-, son otros factores favorables.

Cosas que, seguramente, no habrían faltado en aquel primer encuentro tal y como comentaron los testigos que acudieron a la cena, las chispas habrían empezado a saltar entre ellos desde esa noche.

Y si bien parece que Felipe de Borbón ya había hablado de su interés por la nueva presentadora de TVE y de que tenía ganas de conocerla, al ver la oportunidad, dedicara toda su intención en averiguar si solo había sido amor a primera vista (o algo más).

Lo que es innegable es que después de esa primera conversación, el por aquel entonces príncipe de Asturias y doña Letizia quedaran con ganas de continuar conociéndose, una historia de amor que ya sabemos que ha tenido un final feliz.

Jorge Vidal

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