- Construyendo un mañana más sostenible y justo: claves para un futuro más verde e igualitario
- Construyendo un mañana más sostenible: claves para un futuro igualitario y ecoamigable
- La importancia de la construcción sostenible
- Sostenibilidad económica
- Construcción y biodiversidad
- Impacto social
- Ventajas y beneficios
Construyendo un mañana más sostenible y justo: claves para un futuro más verde e igualitario
En la actualidad, la humanidad se enfrenta a desafíos sin precedentes en materia de sostenibilidad ambiental y justicia social. El cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la desigualdad económica y social son solo algunos de los problemas que requieren una respuesta urgente y coordinada. En este sentido, es fundamental construir un mañana más sostenible y justo, donde el crecimiento económico y social vaya de la mano de la protección del medio ambiente y la promoción de la igualdad de oportunidades. A continuación, se presentan las claves para un futuro más verde e igualitario, destacando las acciones y estrategias necesarias para lograr un mañana más próspero y equitativo para todos.
Construyendo un mañana más sostenible: claves para un futuro igualitario y ecoamigable
La construcción de infraestructuras es un aspecto clave para lograr un futuro más sostenible y ecoamigable. Las infraestructuras tienen como propósito prestar servicios esenciales a la ciudadanía, como carreteras, puertos, torres de telefonía o centrales hidroeléctricas. Su importancia es tal que, desde que se creó hace nueve años, el noveno Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) hace referencia a Industria, Innovación e Infraestructura.
La importancia de la construcción sostenible
Según la ONU, el 70% de los gases de efecto invernadero provienen de núcleos urbanos. Especialmente las ciudades de los países menos avanzados (PMA) necesitan un apoyo para invertir en tecnologías punteras que ayuden a reducir las emisiones de carbono. El Banco Mundial defiende que las infraestructuras sostenibles son más rentables, ya que ofrecen servicios más confiables, resisten mejor a los fenómenos climáticos externos y amortiguan el impacto de las amenazas naturales.
Para que las infraestructuras sean realmente sostenibles, tienen que lograr serlo en todas sus dimensiones: económica, ambiental, social e institucional. La clave está en la buena dirección, ya que el noveno Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) ha mostrado avances en el último informe sobre los ODS.
Sostenibilidad económica
El fomento de fuerzas económicas dinamizadas y competitivas genera empleo e ingresos, lo que supone un mejor nivel de vida de gran parte de la población. En concreto, el desarrollo de una industria sostenible busca ser viable a largo plazo, contribuyendo al desarrollo económico.
Esto implica maximizar el retorno de la inversión a lo largo del ciclo de vida de la infraestructura, potenciar la innovación tecnológica y promover la eficiencia en el empleo de los recursos financieros.
Construcción y biodiversidad
Las infraestructuras sostenibles están diseñadas y construidas para minimizar su impacto negativo en el medio ambiente. Para ello, se utilizan los recursos de manera eficiente, se intentan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y se promueve la conservación de la biodiversidad y de los ecosistemas.
En relación con esto, a la hora de enfrentar la planificación se tiene en cuenta el posible impacto que pueda suponer para la fauna y la flora de la zona. Edificaciones en entornos de alto valor ecológico, y más si implican a especies en peligro de extinción, empiezan a contar ya con la colaboración de asociaciones especializadas para realizar un análisis previo y un seguimiento continuo de su impacto en la fauna, así como la detección de mejoras ambientales y el estudio de su implantación.
La sociedad depende directamente de las infraestructuras. Por esta razón, una mayor inversión en ellas revierte en una mayor competitividad, además de suponer un factor directo de transformación de la vida de las personas.
Otro de sus grandes impactos es sobre la desigualdad. Para que una construcción sea socialmente sostenible es necesario realizar un diseño que se ajuste al contexto social y tiene que reunir ciertas características: ser equitativa, accesible, asequible, empoderadora y reducir la exposición a daños.
Ventajas y beneficios
Las ventajas y beneficios de las infraestructuras sostenibles son numerosas. Por ejemplo, consigue reducir la huella de carbono. Según el The New Climate Economy, una mejor planificación urbanística podría evitar 3,7 gigatoneladas anuales de CO2 en los próximos 15 años.
El impulso a las energías renovables y la apuesta por una red eléctrica digitalizada y descentralizada podría llevar electricidad a mil millones de personas sin acceso a ella. Asimismo, este tipo de industrias crean empleos verdes, que podrían pasar de los 2,3 millones actuales a los 20 millones para el año 2030 si la economía se reorienta hacia el cuidado del medio ambiente.
Los beneficios de una planificación que cuente con infraestructuras sostenibles son innegables. Desde multiplicar las oportunidades hasta mejorar el bienestar social. Apostar por una construcción consciente es el camino a un futuro igualitario.
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