En busca de la cascada más elevada de la Ría da Estrela, un tesoro natural escondido en Galicia
En el corazón de Galia, una región conocida por su riqueza natural y patrimonio cultural, se encuentra un tesoro escondido que aún no ha sido descubierto por muchos. La Ría da Estrela, un lugar de incomparable belleza, alberga un secreto que esperamos desvelar en este artículo. Se trata de la búsqueda de la cascada más elevada de esta ría, un monumento natural que nos transporta a un mundo de ensueño. Preparémonos para adentrarnos en un viaje emocionante por los parajes más recónditos de esta región, en busca de este tesoro natural que nos dejará sin aliento.
Descubre el Tesoro Natural de la Ría da Estrela: la Cascada Más Elevada de Galicia
En la parte alta de las famosas Rías Baixas, destacan cinco localidades: Muros, Noya, Outes, Porto do Son y Lousame. Si estos cinco pueblos los vemos en un mapa y los unimos, veremos una estrella de cinco puntas, la misma que da nombre a esta ría. La Ría da Estrela, también conocida como Ría de Muros y Noya, es un destino ideal para disfrutar de la naturaleza y la gastronomía gallega.
Un Paisaje Único y Cascadas Espectaculares
Al igual que el resto de la costa gallega, los paisajes y la gastronomía son los grandes atractivos de esta zona. Pero hay algo más que hace que esta ría sea especial: sus maravillosas cascadas, también conocidas como fervenzas. Y entre ellas, destaca la Cascada de Argalos, con 7 metros de altura y un caudal constante, que la convierten en la más espectacular de la zona.
La Cascada de Argalos se esconde en un bosque típico de Galicia, con robles, castaños, alisos, fresnos y eucaliptos. El paisaje que la rodea es impresionante, con un frondoso bosque que ofrece sombra en los días de calor y un paseo precioso en otoño, cuando las hojas de los árboles cambian de color.
Un Paseo Agradable y Misterioso
Para llegar a esta cascada, se puede optar por la versión fácil, que es llegar hasta el aparcamiento que está a menos de 400 metros. O recorrer una apacible ruta que parte desde Noya, concretamente desde su alameda. Desde allí, cuatro tranquilos kilómetros bosque a través hasta que se empiece a escuchar el sonido del agua al caer.
El camino de acceso es un antiguo camino de carros que discurre paralelo al río Vilaboa, por lo que es cómodo y fácil. Tan solo la parte final es algo complicada. Poco accesible y nada señalizada, lo que ayuda a que esta cascada siga teniendo ese aire de misterio que tienen los sitios muy apartados.
Para los más Valientes.
Los más valientes pueden cruzar el río y tomar un camino (muy empinado) que te lleva hasta la parte alta de la cascada, para poder ver la otra perspectiva. Eso sí, el camino no es fácil y menos si ha llovido y el suelo está húmedo.
Y si hay ganas de más, Toxosoutos o Ribasieira son otras de las cascadas, también muy bonitas, que se pueden encontrar en la ría. ¡Así que no te pierdas la oportunidad de descubrir el tesoro natural de la Ría da Estrela!
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