La Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado que tiene previsto instalar cerca de 90 nuevos radares de tramo a lo largo del año 2024, con el objetivo de mejorar la seguridad vial en determinadas zonas. Estos dispositivos, que controlan la velocidad media de los vehículos en un tramo determinado, se distribuirán estratégicamente en diferentes puntos de la red viaria, tanto en autopistas como en carreteras convencionales. La medida busca reducir la siniestralidad en aquellos tramos con mayor riesgo de accidentes, contribuyendo así a un tráfico más seguro y responsable. Con esta iniciativa, la DGT busca concienciar a los conductores sobre la importancia de respetar los límites de velocidad y promover una conducción más segura en todo el territorio.
La DGT anuncia la instalación de nuevos radares de tramo en España
Según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), en España hay 92 radares de tramo repartidos por todo el país. Estos datos contrastan con la gran cantidad de velocímetros fijos y móviles que hay en todo el territorio, pero el organismo quiere instalar más controladores de este tipo en las carreteras para seguir asegurándose de que se cumplen los límites de velocidad establecidos.
En este sentido, el director de la DGT, Pere Navarro, ha anunciado en las jornadas 'Somnolencia y Conducción' organizadas por el Colegio de Médicos en Cantabria la implementación de 88 radares de tramo en toda España, incluyendo uno de los más largos en la A-8 entre el viaducto Ontón y Castro Urdiales. Estos nuevos velocímetros suponen que el total de controladores de velocidad de este tipo se multiplique casi por dos.
Hasta el momento, tan solo se ha anunciado la ubicación concreta de ese radar de tramo, por lo que habrá que esperar para conocer el resto. Este nuevo velocímetro supone el segundo de este tipo en toda la comunidad de Cantabria, y podría cubrir una distancia de entre cinco y siete kilómetros y limitar la velocidad a 100 km/h.
En palabras del propio director de la DGT, los radares de tramo son más justos, ya que se calculan la velocidad media a la que circulan los conductores y así evitan que estos peguen frenazos en las zonas donde hay radares fijos y móviles para librarse de la multa.
¿Dónde estarán situados los radares de tramo que la DGT instalará en España?
Los radares de tramo se componen de dos cámaras en cada carril, una al comienzo del recorrido a controlar y otra al final. La primera capta la matrícula y la hora exacta por la que el coche ha pasado por ella, mientras que la segunda se encarga de reconocer esos mismos datos para comprobar cuánto tiempo ha tardado en recorrer ese intervalo de la carretera.
Si, al calcular el tiempo que ha tardado el vehículo en recorrer el tramo de la vía, se cerciora de que lo ha recorrido en menos de tiempo del que debería según marca el límite de velocidad establecido en ese punto, se envían los datos de la matrícula para que se tramite la correspondiente multa económica al responsable del coche, que puede ir desde los 100 euros hasta los 600 euros y la pérdida de puntos en el carnet.
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